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Esos poemas anteriores

Esos poemas anteriores, que releo, ¿eran poemas? Estos poemas actuales, que leo, ¿son poemas? Aquellos poemas futuros, que no se han escrito, ¿serán poemas?

Respiro poesía

En la estación donde todo  florece, respiro poesía, inhalo los versos,  exhalo una estrofa,  y me siento  en un tocón  del camino a tararear una corta melodía.  La máquina de la imaginación que todo lo elabora,  fabrica incluso  un viaje hacia tí,  hacia la comprensión  de la apariencia de un estado de ánimo.  Imagen sobre el espejo.  Y viene el viento de la métrica libre a  hilvanar  historias mínimas.  Tan pequeñas  como la certeza de lo poco que sobre tí sé, en  mi claro desconocimiento: de tu atlas de geografía  humana,  en particular; de la vida y de las cosas, en general. 

Me pongo en tu lugar

Querida compañera, querida amiga y cómplice: Me pongo en tu lugar. Ya analicé en demasía las consecuencias lógicas del truco de maga que hiciste al desaparecer. Revisé punto por punto, coma por coma, espacio por espacio, la estrategia que subyace detrás de tu retirada. Es fácil comprender el daño que hacen las habladurías de la gente, las insinuaciones de los hombres del pueblo, de las mujeres que todavía te envidian. Es fácil asumir el dolor de otra madre que como tú intenta que sus hijos crezcan sanos y felices. Me pongo en tu lugar, tal vez tarde, y comprendo que lo que desees sea vivir en paz, respirar el aroma del ocaso sin cadenas pero con la responsabilidad contraída por iniciativa propia. Todavía me cuesta creer que esta vida pagada en cómodos plazos, como una enciclopedia, sea la que deseas vivir. Pensé y todavía pienso, que como yo, eres un espíritu libre y consciente, constructor de futuros, simples y condicionales.

Le jour d'avant

Hoy te he recordado en el verso que se expande, como ola en la orilla del mar. Desde el muelle del puerto, mis barcos zarparon esta tarde en una travesía entre dos continentes separados por una avenida. ¿Cómo hacerte saber que eres bienvenida, que eres celebrada como fiesta de la primavera, reunión de todas las flores, las arpas, los poetas, las gentes de estos lares que habitan las calles antíguas de barrios desgastados? Ya sé que esto no es un reencuentro, te me apareces como salida de un sueño, en el que tú fueses la protagonista, abriéndote paso entre las mareas, las corrientes marinas. Hoy he recuperado la imagen de tu rostro, la mirada que esconde una lágrima anterior. Hielo. No hay saludo. Lo implícito, lo acordado, el acuerdo establecido. Le jour d'avant, el día anterior, el día ausente, el tiempo presente que vamos construyendo. Hoy te he recobrado en lo que eres, en lo que fuíste. El tiempo que vendrá, des...

Querido antagonista

Querido antagonista: No fuímos bien recibidos en el palacio de la mañana. Tampoco esperábamos serlo. Ni ser aclamados, ni ser aplaudidos, no esperábamos nada pero vino con sus ejércitos y cargó con todo. De resultas de la batalla, tras las espaldas que se muestran vulnerables, alguna daga pretérita nos alcanzó pero ya poco importa. Nos rehacemos de los resquicios de una herida. Hemos aprendido de este tiempo clarificador, de los engranajes que mueven las aspas del alto molino, del atrevernos a pensar en que nada es lo que parece, y que el mundo feliz que se dice a sí mismo, es un artefacto que se construye a diario. Del apego que se le tiene al motivo que le trajo hasta aquí, del amor que mantengo en movimiento y que lleva un paso lento e imparable. Tan sólo necesita ser correspondido. Como proyecto, está bien. Será mejor caminar con una sistemática duda.

Los itinerarios de un agravio

Apenas sé por qué la historia vigila como centinela inexpugnable los itinerarios de un agravio. Apenas sé por qué la moral señala con el dedo índice extendido y es siempre más sencillo para resolver un caso buscar a un culpable. Es todo un ejercicio de síntesis. Es preferible limpiar la conciencia a limpiar la casa. E inventar alguna mentira útil, de esas, que sirva para dar una lección al atrevido, un castigo ejemplar al osado y de paso construir la ventaja, tan necesaria, del señor pequeño que para sentirse cómodo, se coloca alzas en los zapatos. Los itinerarios de un agravio no vienen en un mapa de esos que se encuentran en las bibliotecas, aunque en sus rincones existan nombres propios que traen el funesto recuerdo, el testimonio de alguna batalla. Al agraviado le acompañan algunos simpatizantes, camaradas que le dan la mano, le salen al paso, aplauden sus gestos, su castigo al poeta y se preguntan: ¿Qué se habrá creído? Y vocean al uníso...

La primavera construye

La primavera construye el dulce rocío de la mañana, los campos llenos de flores, el vuelo de los pájaros, su alegre canto; el relevo de un invierno que, agotado, se retira, a descansar y mejorar su oficio tras las paredes de su taller. También edifica el argénteo brillo del agua del río al atardecer, el dorado resplandor sobre los álamos, la esmeralda luz de la luna, y observa cómo Venus, paciente, palpita como estrella que fulgiera en el cielo. Ya aprendimos del discurso de la lluvia, nos conmovimos con la palabra no dicha por el otro, cuando nos despedimos en jardines por los que no hemos andado juntos todavía. La primavera compone el verso recursivo, la tibia tempestad de una tormenta de Mayo, el concierto del ruiseñor, del jilguero y del viento entre los árboles. La primavera construye una promesa, pero no debemos deslumbrarnos por todo lo que nos trae, ni caer en la confianza, ni en el autoengaño. Es sola una estación de paso por la que...

Malinterpréteme, por favor

Eclesiastés 3 - 7 "Tiempo de romper y tiempo de coser; tiempo de callar y, tiempo de hablar" Malinterpréteme, por favor. Saque de contexto mis versos, aglutine a sus ejércitos contra las murallas de mi escaso castillo. Utilice sus catapultas verbales, convoque la ira de los dioses, dispare y, si acierta, premio. Malintérpreteme, por favor. Pues yo haré que hago oídos sordos, y sólo sentiré tristeza de comprobar cómo otro ser humano más sufre en este valle de sombras, luces y claroscuros. Malinterprete mi amor, malinterprete mi incansable verbo, mi adjetivo desgastado, mi nombre resistente. Malinterprete el común de mis temas, la lógica interna de los tópicos, lo bucólico de este paisaje, malinterprete el sílex de la arena, el color verde de las hojas del naranjo, el metal del andamio. Malinterpréteme, por favor, y de la sola repetición de estas palabras una nueva poética se irá hilvanando.

Cuando vuelvo de Granada.

Cuando vuelvo de Granada, traigo en mi maleta la luz recóndita de sus calles, la tranquila forma de caminar de los viandantes, la despreocupada bondad de sus niños. En las plazas antíguas, se confirma que en los quioscos de flores, los hombres y las mujeres continúan comprando rosas rojas, de oloroso perfume, y los viajeros acarrean equipajes con los que entran por la puerta del hotel. En esta ciudad-escaparate-monumento, todos tienen prisa por tomar fotografías, dedicarle unos instantes al rumor del agua en las fuentes, a la lógica olvidada de los naranjos en flor, al jazmín que yace níveo en el muro. Cuando vuelvo de Granada, por la ventana del autobús, me intereso por su geografía cercana. La conocida y la ignorada. Cuál era el nombre de aquel monte. ¿Acaso ese río se llamaba...? Y tras la árida meseta, llego a la gran metrópoli, que me da su escaso recibimiento, ese parco saludo y el billete a tomar el tren de la soledad acostu...

Latitud sur

El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso.    No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor.     El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad.     Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. Carta de San Pablo a los Corintios 13: 4-7 Como aves de paso que se posaran de improviso sobre la rama de un álamo, en un viaje hacia la latitud sur, observamos el paisaje de una vega domesticada, de un cortijo entre alamedas que se parece a los de la campiña sevillana, mercaderes al templo del negocio fabricado de la celebración de bodas. Usos y costumbres de la civilización granadina. Misa en Santa Ana con olor a otro tiempo. Lavados de cara de jóvenes conferenciantes a la moral de siempre. La carta de San Pablo a los Corintios hablando de un amor idealizado, casi platónico. Es bello creer que es posible, constru...

Nadie regala nada

Nadie regala nada, dicen las mentes pensantes. Pero esto ya lo sabíamos. Lo que ocurre es que hay multitud de tipos de juegos: juegos de naipes y juegos de espadas. En los naipes, cualquier resultado es posible y se asume de buen grado. Es un juego de camaradas, y no reviste ninguna consecuencia diferente al aprendizaje. En el caso de las espadas, después del tiempo lúdico, vienen las heridas, la sangre que brota, la curación. Aquí también se aprende pero es un aprendizaje doloroso, que, en ocasiones, no es compatible con la paciencia del escriba, con la audacia del recién llegado, con la ambición del advenedizo.

Ellos

Ellos, se rebelan frente a las ordas invasoras de la lectura, se agrupan, se distinguen, acusan con el dedo índice, se ríen divertidos y asienten con la cabeza, frente a tamaño crimen, tamaña fechoría perpretada, de aquellos idealistas cuyas únicas armas arrojadizas son los libros. Como delito mayor, aquéllos, son inculpados de comer en platos ajenos, utilizar vajillas que no pertenecen al catálogo de vajillas permitidas. Ellos hablan de calendarios exigentes, de autoritarismo, de escasez de preguntas y abundancia de propuestas unívocas y asfixiantes. También gustan de practicar ese deporte tan patrio, de ningunear, de dejar a los otros a la altura de la zapatilla pero no hay problema porque Nosotros, sonreímos, nos erguimos dignos y valerosos, sabemos quienes somos, y si no, lo sabremos, reclamamos nuestra parte en el engranaje colectivo. Proponemos y seguiremos proponiendo, actividades destinadas a los niños y a las niñas, fuente de agua calma dond...

Pido la palabra

Pido la palabra sin desatender la tuya, para hablar sobre aquéllo que me conmueve. Escucho tus razones sobre el tema, tus explicaciones detalladas, tu desarrollo con el que puedo estar más o menos de acuerdo, y apenas te contradigo. Guardo silencio y pienso. Hace tiempo que abandonamos el buen hábito de la conversación. Es más. Ya ni nos vemos. ¿Sería tentar a los dioses del Olimpo, a su ira devastadora, invocar al invierno de forma prematura, pedirte algo que ahora no quieres hacer, si te pido que nos veamos, sin tiempo, sin condiciones, sin relojes ni tableros de ajedrez? Mirarnos frente a frente. Desnudar el alma. Tantas preguntas por hacerte. Sé que no tengo derecho a nada pero... ¿Qué te frena? Si se presenta el posible escenario: ¿Qué jugada defensiva anticipa este movimiento? Alfil blanco a dama negra. La dama negra es protegida por un peón. Primero querer, segundo aprender, tercero esperar. Pido la palabra, sin desatender la tuya. Segui...

Poema sin final.

»Die Stadt war so groß. Und Emil war so klein. Und kein Mensch wollte wissen, warum er kein Geld hatte und warum er nicht wusste, wo er aussteigen sollte. Vier Millionen Menschen lebten in Berlin und   keiner interessierte sich für Emil Tischbein.« Erich Kästner. Emil und die Detektive Este es un poema sin final porque tampoco tiene un inicio. Se puede amar a una persona o a la imagen que de ella se tiene proyectada sobre algún espejo conveniente y en la sala donde las figuras se deforman, podemos verla sin su tamaño preciso. Nos aferramos a una idea sobre aquél o aquella a quien creemos amar. Buscamos, queremos encontrar, pero no encontramos. Si has de venir, vendrás, no importa cuándo mas sólo camino sin buscarte. Tampoco importa en qué estación he de bajarme, o cuánto dinero haya en mi bolsillo porque mi adoración por ti no tiene final ya que tampoco tiene un inicio.

Debemos fluir

Debemos fluir como el agua del río, doblarnos hacia los costados como el junco que junto a la orilla por el viento, permanece erguido. En algunas búsquedas, no encontramos, pero algo llega cuando dejamos de buscar, cuando caminamos sin necesidad de atrapar, cuando dejamos que las corrientes tranquilas nos alcancen con su lenta y cotidiana calma.

Los padres de la patria

Los padres de la patria dicen proteger a su pueblo, cuando a quienes protegen es a ellos mismos. Su ambición y su codicia no entienden de un límite. El amo manda silencio, promete paz como contrapartida. Los padres de la patria saludan militarmente, celebran el día de la raza local, desfilan con una barra debajo del brazo junto con el diario en el que se desinforman sútilmente. Los padres de la patria se dan golpes de pecho, se visten de nazareno en la Semana Santa, son amigos del comisario del barrio, ése que mantiene el orden y le renueva los pasaportes antes que a nadie. Los padres de la patria malvenden su pequeña isla, en los burdeles y el domingo van a misa a rezar el padrenuestro.

Si mis palabras

En plena efervescencia de la mente, vorágine, laberinto existencial, uno se pone a componer pequeños versos y, como siempre, los ladrillos son las palabras. Me pongo y requetepienso. Si mis palabras te juzgan, te persiguen o te condenan, si te confinan en un rincón oscuro de la estancia, (en tal caso, condenables), si no traen la luz del alba o el claro atardecer entre los álamos, si no implican alegría... Si mis palabras son sombra, día gris y frío, es porque han de serlo y no de otra manera, porque son fiel reflejo de una estación del alma, de un estado de ánimo, casi siempre pasajero. Si mis palabras no construyen ni edifican, si dejaron atrás la dulce melodía, la cortesía, y no templaron el acero cotidiano, entonces no valen de nada porque no son mejor que el silencio. Si mis palabras adornan los instantes, si hacen que la lluvia menuda sea menos fría, si construyen una fortaleza frente al tiempo, tal vez sean ese regalo no pedido, ...

Eine neue Arbeit

Eine neue Arbeit ist immer ein gutes Ding. Vielleicht, könnte ich die nächste Donnerstag anfangen. Der erster Tag ist immer ein Wilkommens Tag, viele Grüße des Gratulationen, Blumen, Lächeln, eine neue Kleidung, ein neuer Arbeitplatz. Die klassische Frage: Wo ist der besser Weg nach Arbeit zu gehen? Telefonieren, schreiben, warten den Bus, zu Hause ankommen. Vorbei die Stadt, die Kälte und der Regen, der Gegenwart beschützt uns (Du und Ich) mit seinem warmem Umhang. Obwohl manchmal, schmerze die Einsamkeit ob du bist nicht. Während kommt unsere Moment oder nicht, ich erinnere dich mit Silverworten und Stille aus Gold, mit Sätzen der Hoffnung.

El aprendiz de ajedrez

"El ajedrez es demasiado complejo para ser definitivamente resuelto con cualquier tecnología que podamos concebir hoy¨ Kasparov En la mañana nublada de este sábado de Mayo, Aleksander, el aprendiz de ajedrez se une a un grupo de pequeños grandes ajedrecistas en el mercado de San Fernando. En el transcurso de un pequeño campeonato, aprende de la práctica, del análisis concreto de la partida, de los movimientos acertados y erróneos. Después de la cura de humildad, la glorieta de Embajadores nos recibe con su dulce abrazo y con la lectura positiva de los jaques cantados y de las jugadas intentadas. Primera toma de contacto con este apasionante juego, cobijo y morada de las tardes de lluvia. Ya no duele el frío pues ya tocamos el hielo previamente. No quema la nieve de los relojes y de sus pulsadores. Nos despedimos a la francesa de un torneo de aficionados que nos sirvió para seguir mejorando.

Canción de un Jueves cualquiera

Hoy te traigo una canción de un Jueves cualquiera. La lluvia se hace eterna. Entonaremos los primeros acordes bajo el torrente que cae del cielo. Mas cuando arrecie, seremos capaces de subir nuestras voces y combatir la tristeza con el alegre mensaje. ¿Cantaremos cuando la ciudad sea toda llamas? ¿Afrontaremos el incendio mientras Nerón toca su arpa? Esta primera música que suena trae nostalgia de ti. Es curioso. La ceguera dura demasiado por no querer ver lo que resulta claro, porque fuíste en el sentimiento como el doble filo de una navaja, puntiaguda e hiriente. ´ De todas formas, guardo un cierto recuerdo del azul de tu mirada, de la dulzura de tu voz, de tu libertad sin condiciones. Hay un dolor que hace madurar. Nada me asusta. Los defectos que veo en otros, son los míos. Te esperaré cuando la tarde se nos haga más tibia y las aceras mojadas reciban al indolente sol.

Extranjero en mi propia tierra.

Para ti, compañera Comprendo al que no es de aquí pues soy extranjero en mi propia tierra. Si lo pienso, ¿de qué me sirve haber nacido en esta tierra en términos prácticos? ¿Me aplauden en los trabajos? ¿Mi salud está garantizada por el estado si no trabajo? Es cierto que puedo vivir en cualquier lugar de este territorio y de Europa, y como el que no es de aquí, sufro la crudeza del invierno, la lluvia en la estación apropiada. A la pobreza se le asigna su cuota de peligrosidad, y nadie es eximido en tal caso por ser de una nacionalidad concreta. Mis hijos no tienen derechos extra. No tienen una tierra que labrar ni un hogar que habitar. Donde no soy extranjero es en mi interior. Allí tengo mi pequeño e innegociable paraíso.

Certeza de tí

Certeza de ti. Desconocía que el silencio diera para tanto. Para estirarlo como una cuerda infinita y flexible. Pero ahora sé que no es necesario afanarse en manipularlo como si fuese un trozo de arcilla. Nada más. Fluir y construir un verso y otro y otro más. Me paro en el tercero. Aprendo del oficio del hacedor y tomo una pausa. Vienes lentamente a mi cabeza y te sueño, le pongo palabras a este momento, calmo y sin obsesión. Ahora me planteo si todo esto que escribo añade algo nuevo a la argumentación. Es decir, si tú recibes mi pensamiento de buen grado y cada uno, en nuestro pequeño rincón, sonreímos sin explicación.

Mr. Nosy

(Everyone can turn into Mr. Nosy, just take care!) Mr. Nosy was a very haughty, arrogant and pretentious sir. He pretended to be clever, almost in every single place. He builded a very high tower to use his spyglass, his astrolabe, the telescope. None of the mechanisms worked but one day he discovered one thing: He had a heart inside of his chest. The heart throbbed and he was touched. Suddenly, he was writing beautiful poems. His nose was still at his face and nobody was trying to say that Mr. Nosy was a very haughty, arrogant and pretentious sir.

Consecuencias

Podemos llamarles consecuencias, agravios, pero no hay que quedarse en la anécdota. Cada desenlace es una nueva oportunidad para comenzar de forma diferente. No hay conspiraciones. No hay jugadas a escondidas. Alles ist klar. Amortiguar los golpes, restarle importancia a lo que parece un error fatal y permanente, sin quitar la vista de lo que acontece en este último instante. Orientar las velas, y dejarnos llevar, por el viento apacible de este día de primavera. ¿Quieres navegar junto a mí? No tienes que responder inmediatamente y caben muchas respuestas, faltaría más.

Los poetas no tienen derecho

Los poetas no tienen derecho a que todos sus poemas gusten, a que todos sus regalos sean entendidos, a que todas sus misivas sean atendidas, a que todas sus manipulaciones sean perdonadas, a que todas sus preocupaciones sean captadas, a que todo sus equilibrios inestables construyan fragmentos de arte, a que la persona amada, destinataria del verbo y del nombre que forja el verso en su significado, acepte de buen grado cada intento sonoro y casi musical. Los poetas no tienen derecho a invadir con sus ejércitos léxicos y semánticos, a convencer a las gentes con obras mínimas. Los poetas tienen derecho a crear como si nadie los mirase, como si nadie fuera nunca a leer ni el más recóndito de sus puzles métricos.

Que la poesía nos traiga

Que la poesía nos traiga un mundo nuevo aunque si no lo construímos por nosotros mismos no vendrá por sí solo. Que la poesía nos traiga el aroma de las flores del azahar, del jazmín, del dulce tilo, desde jardines urbanos situados en rincones apartados aunque sea invierno tras los muros. Que la poesía nos traiga sobre todo paz porque es lo que necesitamos para seguir caminando.

El cazador de palomas

A un niño que aprecio, amigo de mi hijo. Érase una vez que se era, un pequeño cazador de palomas. Con la pistola de su abuelo, apuntaba a dar pero un buen día de su cañón ya no salían vertiginosas balas sino rosas de las más hermosas y claveles preciosos, diamantes brillantes y terciopelo granate. Las palomas contentas aplaudían con sus alas y decidieron hacerse amigas del niño, que cada tarde las visitaba en aquel rincón, bulevar del jardín donde habitaban. De tanto lo querían, se volvieron diligentes, y abandonaron su pereza característica, salieron del palomar que las cobijaba, y se pusieron a reformar aquel espacio. Para empezar fundaron una escuela, seguido de la construcción de un huerto, un jardín con columpios y árboles frutales, una biblioteca popular y un callejón con árboles y bancos para sentarse y dedicarse al zureo.

Una niña asomada a la ventana

A Bianca, niña vecina del barrio. Como el que escucha llover tras los cristales en un día cualquiera, y anota de cada gota que cae sobre la acera, su tamaño y su color, así es la niña que asomada a la ventana registra como juego infantil quien camina junto a su casa y saluda contenta al que conoce. Ella retiene la identidad del viandante, el sonido que desprende su paso. Fotógrafa de instantes, captura el momento.

Tejeremos una manta cálida

Tejeremos una manta cálida para los niños y las niñas y que esta primavera no se les vuelva invierno. Estará compuesta por una cucharada de ternura, veinte gramos de dulzura, abrazos y besos a montones, de los pequeños, los medianos, los grandotes. Para ellos construiremos el más alto de los muros, que no pueda ser rebasado ni por cien escaladores. Habrá un circo, un palacio y en las aceras habrá alegría a raudales. Mas si el mundo no acompaña, y si la realidad lo vuelve todo gris, rescataremos los pinceles y las brochas, haremos de cada calle, por oscura que sea, un maravilloso jardín. Ven, acompáñame a esta fiesta, siente conmigo la canción de la esperanza. Llenaremos de bondad cada instante y no habrá monstruo ni gigante que nos parezca impresionante, es más: serán desternillantes. Nos reiremos de nuestras sombras: Jajaja. Juntos tejeremos una manta cálida para los niños y para las niñas. Visitaremos lugares de los diferentes países y continentes...

Qué sucede cuando

Qué sucede cuando no eres tú la persona, cuando esos ojos que me miran no son los tuyos, esa sonrisa que viene a traerme su luz no es la tuya, esa palabra sabia y dicha, no es la tuya. Qué sucede cuando Madrid parece una ciudad sin color sin tí, cuando las gentes parecen más grises, cuando el amor aparece en las novelas de Tolstoi, en los andenes del penúltimo tren de la noche rumbo a mi pequeño universo. Pues sucede que, a pesar de todos estos hipotéticos agravios, hay que reconstruirse y renacer cada mañana, agradecer cada rayo de sol, cada palabra amable, cada sonrisa de un niño y sacar del baúl del afecto propio telas con las que confeccionar el traje de los días. Qué sucede cuando no estás "¿Estoy?", tal vez me pregunto Hace tiempo de ésto, ¡qué curioso! El planeta continúa sus giros como una pelota que rotara sobre el suelo de un parque. La luna aparece cada noche y entonces me encuentro tras la última conclusión, y te enc...

Descongelando

He visto a un hombre llorar, sin lágrimas. He visto su rabia traslucir sus ojos, querer cambiar el curso del viento. Cambiar sin limpiar ni ordenar la casa. Pero hay que avanzar, descongelando el dolor, la herida duele y sana. He visto a un hombre llorar. Ese hombre, era yo y eran todos los que podrían ser.

tu nombre no se borra

Tu nombre no se borra porque está escrito en los muros del tiempo. Es como una suave y tierna caricia que cobijara el rostro. Es expresión de meditada poesía. Hay veces que, en pleno desierto, es un oasis de paz y armonía. Es mensaje de bienvenida, de hasta pronto, de buenas noches,  buenas tardes y buenos días. Es cuento con  música, que tocase el alma, acrobacia sonora y simple alegría.

Kein Problem, Liebe

Kein Problem, Liebe. Die Zeit ist nicht beendet. Heute bringe ich dich   kein Papier Küsse weil diese mit der Wind fliegen.  Trotzdem, biete ich dich  süße Worte der Liebe, sie werden aus einem langsamen Straße geschrieben .

Necesito y no necesito

Haciendo inventario de todo aquello y de todos aquellos a los que necesito me sale una  lista bien corta acompañada de la reflexión-premisas de que todo es temporal y que nadie es imprescindible. Uno quisiera permanecer de manera continua en la vida de aquellos a los que ama, pero si la presencia se vuelve discontinua entonces quizás sea mejor tener un buen rincón en su recuerdo. Si la historia se complicase, kein Problem. Porque la naturaleza sabrá cómo hacer y cómo hacernos. No necesito la maldad ni el odio ni la teoría de la consabida supervivencia de las especies para justificar el abuso de la gente absurda. No necesito pensar demasiado. Lo que ha de venir, vendrá y lo que no, no aparecerá en el océano cotidiano.

Status quo

Muchos hablan sobre el status quo, por eso practican la aséptica equidistancia. Esa pactada calma que reside en no transgredir ni una sola del conjunto de normas escritas en papel o pergamino, o tal vez no escritas en ninguna parte, pero que los miembros del escogido círculo conocen. Si es vulnerada, entonces se trata de un casus belli, que traerá la consiguiente lucha por conquistar la hipotética hegemonía, y dictar la adecuada pax romana, con los lógicos maestros del olvido y la desmemoria. Pero bien sabes como yo, que no es todo una artimaña, y que hay carreras contra el tiempo, que sólo los que celebran este momento comprenden. Nosotros, los hijos de la nada, los que crecieron entre la musical nada.

Muchos dicen

Muchos dicen yo soy y otros dicen y yo, y yo, y yo... Parece la fiesta del ego, de la salvaguarda de la autoestima. Para elevarse, muchos necesitan pisar. Muchos dicen yo propongo, otros dicen yo decido, otros comentan está hecho y se valen de argumentos sobre la gran parte, la mayoría, el bien común... ¿El bien común cabe dentro del círculo del confort? Todos parecen perseguir la medalla de la hipocresía, ríen, saludan risueños, pero qué más da ... Si quizás esas risas sean llantos disimulados, si quizás esas rabietas, sean celos proyectados. Muchos dicen pero pocos hablan sobre lo que de verdad les duele. ¿Qué hacer entonces? Invocar a la apatía, a la desidia, no llamar a los cambios. O tal vez, separarnos de los círculos tóxicos que intentan envenenar como la flor de las adelfas.

Hoy he visto salir el sol

Hoy he visto salir el sol, he vivido el momento cuando se percibe el alba y,en esa soledad del viandante, bajo el mapa del laberinto de las calles desordenadas, con edificios parecidos a cajas de cartón,  siento cuán lejos te siento ahora,  como si la palabra ahora fuera un paréntesis que durara casi un lustro. Hoy he visto salir el sol.  Tras su luz, he apuntado que casi todo queda por decir cuando se trata de amor y que en este tiempo he aprendido más que nunca. Ha de ser así y no de otra forma . Habrá  que esperar que la vida siga su curso y nos convoque al  concierto de los lirios cuando los metales de las horas se fundan formando una aleación.

Seguir adelante

Seguir adelante. No quedarse parado a un lado del camino. Asimismo, no hace falta arremeter contra las puertas del lejano castillo como inútil ariete ya que hace tiempo que el puente levadizo se elevó sobre el aire y dejó al descubierto el foso que invita sólo a caer en él, mas tenemos alas. Seguir adelante. Afrontando las propias verdades y abriendo las ventanas a la palabra nueva. La puerta cerrada y antígua no se abre con ninguna llave pues no se encuentra. Hace falta limpiar la casa y construirle un templo a este momento, en el que la sonrisa de los niños y de las niñas debe ser la música que llene las estancias, las calles y las plazas. Tu risa, y tu sonrisa serán el compás que ilumine la tarde, y que se sume a la luz del sol sobre las calles de la ciudad que habitamos. Seguir adelante. Si miramos continuamente atrás, nos perderemos todo lo bueno que está por llegar y seguiremos sin apreciar el perfume del azahar que nos habla de su pureza.

sonata de un día de Abril

 He comprobado que las calles andan hoy más templadas y el café estuvo repleto tras dejar a los chicos en la escuela. Allí en los grupos se hablaba atropelladamente con la necesidad de comunicación propia de los solitarios, con la no aprendida disciplina del escuchante. Pero de los temas tratados se pueden extraer muchas enseñanzas: repasamos la actualidad de los diarios, las propuestas de reforma del barrio, la necesidad de luchar juntos, la vida de los adolescentes, la pintura de Maria Moreno, de Antonio López,  del resto de realistas madrileños. Después,  nos dispersamos como gotas de lluvia sobre la acera y todavía componemos la sonata de un día de Abril contigo,  con todos los compañeros y compañeras. Un poco más tarde, me siento sobre el escritorio y reviso la sintaxis de algún poema. En muchos poemas,  eres tú la destinataria de casi todas las ideas. Supongo que no eres siempre invocada de la misma manera. Unas veces de forma directa, o...

Breve carta de Miércoles

Hoy el día apareció nublado, lluvioso y gris. Tras las ventanas, cortinas de agua separan los edificios y los coches, autobuses y motocicletas son como barcos que navegan en un mar urbano. Lo inesperado llega. Es mejor danzar bajo el discurso del presente. Te imagino. Allí con tus quehaceres. Y pienso que ojalá la vida y el mundo te estén tratando como yo te trataría,  ¡oh, dulce y tierna hermosura de nacarado rostro! Las flores que hay en mi mano, palabras envueltas y perfumadas, se ven escasas para serte ofrecidas aunque son humilde y cotidiano tributo hacia ti en la distancia.

Amanecer

Ahora sé que estas calles nos han hecho solitarios y nuestro corazón tiene el pulso amarillo de las maderas lentas de un tranvía.  Como cada mañana.  Luis Garcia Montero En pleno amanecer de una certeza, hemos visto el vuelo sin medida de una alondra, la amplia muchedumbre que puebla el pinar y el encinar, la orquesta que interpreta el viento en las alamedas. Ahora sé que no quiero que te vayas y que te quedes conmigo, amor, hasta que el invierno nos cubra con sus nieves y la primavera postrera haga con nosotros lo que hace con las flores del cerezo.

Saltaremos los muros

Saltaremos los muros que nos separan. Bordearemos el control policial, la entrega de los visados, correremos con los gendarmes en los talones y, ya mezclados con la muchedumbre, dejaremos que la mañana o la tarde compongan el resto. Y si no puedes acudir a la hora acordada, te espero, porque... ¿quién necesita estados civiles, anillos, quién habla de seguridad jurídica, cuando se tienen motivos y razones? Mas no te preocupes, saltaremos los muros que nos separan, pese a la lluvia metálica o el ruído de las espadas desenvainadas. Post Data: No estás obligada.

Los sueños sólo se apagan

Los sueños sólo se apagan si se apaga la luz que los trajo. Los sueños mueren con el soñador. Es algo que se puede ver escrito en los muros de los barrios acostumbrados. Como parte de la mecánica de un Lunes cualquiera en el que me siento a componer pequeñas piezas con casi armonía, miro adentro para entender qué me llevó a escribir estos versos. Tal vez esa necesidad de autoafirmación, ese lento pálpito que me invita a creer, a seguir creyendo, en que los sueños sólo se apagan si se apaga la luz que los trajo. Pero no puedo pretender que mi sueño se parezca al tuyo, ni que tú concibas el sueño como yo lo concibo, de la misma exacta y milimétrica manera en que un carpintero corta la pieza para fabricar el mueble. Pero no puedo pretender que lo definas como sueño, ni siquiera que lo definas. Tal vez la ilusión, la fantasía. Nada está perdido si uno no abandona la construcción de un sueño, o la construcción a secas. Los hay aplazados, los hay cong...

Crónica de un sábado lluvioso

"Ama tu soledad y soporta el sufrimiento que te causa." Rilke Abril nos trae la estación de las lluvias. El agua necesaria para que los campos se llenen de flores, para que los ríos crezcan como consecuencia del deshielo de las nieves que aún habitan en las montañas, crónica de la constructora primavera. El líquido monólogo hoy se extendió a las aceras. Bajo los puentes, pequeños mares se formaban y los coches los cruzaban como los niños saltan sobre los charcos. El luminoso centro nunca para. Muchedumbres ingentes en sus vías principales. Es la ciudad-escaparate, donde todo se compra menos la soledad, que pueda llegar a ser sonora. El pequeño universo de un viandante cualquiera puede ser todo lo grande que su imaginación le confirme. Puede estar amueblado por imágenes retrospectivas, planos de mapas de ciudades inventadas, no visitadas, refugios donde guarecerse del frío, palabras, números de teléfono escritos en la servilleta de un bar, p...

Círculos ajenos

¿Cómo alcanzar los círculos ajenos, que son conjuntos cerrados a los que no fuímos invitados? ¿Cómo los niños alcanzan los globos que suben vertiginosamente hacia las azoteas de los edificios? ¿Por qué correr en un esfuerzo agónico hacia el tren que acaba de salir? Entonces vivamos lo mejor que podamos. Tras los cristales, llueve a cántaros y, dentro de los muros protectores, nos guarecemos tras los textos que leemos, tras la manta que abriga formada por las palabras. Nuestros respectivos círculos permanecen ajenos sin intersectarse en dos puntos. La repetición continuada de un mensaje no ayuda pero mantiene la línea, edifica la dirección de nuestros vectores. Hay preguntas que no son necesarias. Si te quedas en Italia, te escribiré. Si quieres, envíame una postal.

Breve carta de amor

Una breve carta de amor no es un movimiento hacia la reina del tablero, una vez habiendo previsto que es custodiada por los alfiles y los caballos porque una breve carta de amor no tiene que ver con una disputa o con la contienda contra un hipotético ejército enemigo. Contiene fragmentos de sentimientos aplazados, retales de presente, y el cimento de un tiempo nuevo. Una breve carta de amor puede evocar el código no escrito de una mirada, la musicalidad de una sonrisa, la escala cromática de un atardecer, la huella que deja en un parque una despedida. Una breve carta de amor es algo más que una sucesión de palabras.

La guarida

La guarida, ese refugio para después de la escuela, ajeno a los adultos, donde los niños y niñas construyen su mundo y conviven en armonía. La guarida, ese pequeño remanso de paz, donde deshacer las hojas o poner ventanas de madera con vistas al mar. Donde no hay enemigos, ni ejércitos que invaden, donde la vida continúa hasta el regreso a casa.

Despertares

Me he levantado temprano. El reloj marca las 6. Las calles todavía vacías de gentes y coches me saludan tímidas y se desperezan. En el túnel bajo la Avenida de América los vagabundos duermen todavía en sus camas improvisadas de mantas y cartón. Al otro lado del túnel, coches aparcados junto al concesionario yacen arrogantes junto a sus logos, que contrastan con la íntima e ínfima pobreza del inframundo urbano.

Un caballo de ajedrez

Un caballo de ajedrez sobre la mesa del salón. He visto la luz reflejada sobre las flores de plástico, que no se marchitan. Hay tantas sincronías incompletas. Aprendiendo a vivir, tomando apuntes de lo sucedido. Sería pretencioso decir que no repetiré el error de enfrentarme a lo inmutable aunque dejaré que el tiempo fluya. No puedo cambiar la tristeza que muestras. En atardeceres limpios, de ciudades oscuras y turbias, donde el paraíso está escondido tras un balcón con macetas, los arbustos de un parque, la breve crónica del amor que te profeso, en la secuencia que sigue a un paréntesis abierto que no se cierra.

Un paisaje urbano y yo

Un paraguas de colores roto junto a la cuesta. Los coches encienden sus faros porque anochece. Una obra a medio hacer entre las rejas. Un taburete tumbado sobre el suelo del descampado. Un paisaje urbano y yo, a penas y apenas, caminante herido, con ganas de llorar, abro la puerta de mi humilde casa, de blancas paredes y verdades casi enteras con el recuerdo del llanto visible de una niña y el llanto oculto de un niño, tesoros que brillan en mi cotidiana oscuridad.

ein Meer auf Glas gemacht

Drei Dinge sind uns aus dem Paradies geblieben: die Sterne der Nacht, die Blumen des Tages und die Augen der Kinder. Dante Alighieri Heute stehe ich auf mit dem Sonne, die uns die Freude mitgebracht hat. Wir haben zurückgelassen den Regen und die dunklen Wolken. Jetzt es ist die Moment zu beginnen. Wir haben gelernt die Sprache von der Stille. Der Weg ist offen, die Fenster des Schlosses sind zerbrochen. Es gibt ein Meer auf Glas gemacht, und biete ich dir ein Schiff mit zwei Schwingen zu fliegen zusammen

Ese lugar de la tarde

Podemos ir juntos si quieres a ese lugar de la tarde donde la lluvia nos presente sus argumentos y donde sea posible ver cómo las gotas caen contra las aceras como si una aviación de nubes bombardeara con agua la ciudad. Resguardados, y sin hacer demasiados planes, le daríamos pie a la conversación, divagaría, divagaríamos, tras los muros de algún café poco transitado, donde sonara la música y, en el ambiente, una luz tenue y dorada, me dijera cuánto he echado de menos, estos ojos que me miran, esta sonrisa que me recibe en ese lugar de la tarde que nos cobija. Vendrían los temas comunes, pero la realidad se abastece por sí misma y dota de color cada rincón del que se habla. Vendrían las preguntas, pero hemos llegado hasta aquí sin preguntar más que lo justo. Bienvenida eres.

Todos hablan

"Vivimos como soñamos: solos" Joseph Conrad Todos hablan de progreso pero se escandalizan cuando un niño colorea fuera del círculo o no escribe dentro de la pauta Todos hablan de futuro pero pasan la vida mirando hacia atrás usando prismáticos para traer de nuevo aquel bello lugar de cuando eran niños Todos hablan de libertad pero están muy apegados a esas costumbres que atan, a ese planeta, suerte de jaula de cristal, en el que viven, únicos, indivisibles, como átomos Todos hablan de amor pero confunden la praxis amorosa con imágenes traídas del Decameron de Bocaccio, y se concentran en el acto como único destino Todos hablan de lo que hacen los demás es un deporte gratuito pero pocos fabrican pocos crean pocos construyen por sí mismos, la senda Todos hablan de unirse de ser eficaces de aunar esfuerzos pero el filtro de la realidad muestra que estamos solos y que la individualidad pueda tornarse colectividad si hay voluntad ...

Allen diesen Dingen

Ich finde dich in allen diesen Dingen Rilke Diese Strassen haben uns starken gemacht. Wir haben ein Meer geweint, nicht zusammen. Trotz dem Regen, fühlen wir uns besser weil wir sind wie die hellen Vögel vor dem erstes Mondschein in der dunklem Nacht. Du bist in die Lächeln von einem Mädchen , du bist in die vollen Strassen, in das Licht, das benannt die Blumen, , die wachsen in die Gärten. Ich finde dich überall, in die Zeit, nicht gekommen. Wir lächeln allein und zusammen.

Offenheit

Über der junge Rose, ich bin nicht gegen ihn, weil habe ich seinen Schmerz verstanden. Über dem roten Rosen, ich bin nicht gegen dich, weil habe ich deine Stille verstanden. Wir wißen nicht nichts über der Zukunft aber bauen wir nun diese Moment mit Offenheit.

Después de la lluvia

Después de la lluvia, se aprecian los árboles en cuyas ramas brotan las hojas y el aire ahora más limpio, enturbiado tan sólo por los gases que salen de los tubos de escape de los coches, compone la oda a la primavera. La realidad trae su listado de lecciones por aprender y, una a una, la vida nos las va desglosando. Las flores fulgen en los balcones del barrio oscuro y la luz naranja de las farolas ilumina el camino sinuoso del viandante. Después de la lluvia, te aguardo. Mientras tanto, el aire ahora más limpio, enturbiado tan sólo por los gases que salen de los tubos de escape de los coches, compone la oda a la primavera.

El discurso de la lluvia

Esta tarde me he sentado a escuchar el discurso de la lluvia. En el exterior, se oyen el golpeteo continuado de las gotas contra el cristal y el sonido que hacen los coches al circular por el suelo mojado. Esta tarde he podido observar, tras el verbo de la lluvia, cómo hay gentes que se refugian bajo los puentes y salen de cualquier lugar en el que estuvieran resguardados. Personas cuyo único techo es el cielo y cuyo mundo no está tan lejano de nosotros como dicen los números. La lluvia es una orquesta que interpreta sinfonías urbanas no premeditadas. Improvisa el ritmo, construye bellos acordes que provocan emociones diversas y, sobretodo, no nos deja indiferentes. La lluvia tras el vidrio, suena a río, y me trae tu recuerdo, luminoso y brillante, como balsa que navegara ajena a las inclemencias de este Abril de clásico aguacero.

Recuerdos de la lluvia en Granada.

Cuando llovía en Granada, las colinas se escondían   tras las nubes.  El Generalife era un vigilante de verano atrincherado, y el valle del Darro era un lugar silencioso donde las aguas yacían tranquilas en el remanso de lo inhóspito y de lo destartalado. Senderos que abrían la vía del norte. Cuando llovía en Granada, sierra Elvira era una sombra proyectada sobre la vega. La fábrica de las cervezas Alhambra, en plena producción, humeaba con el color de habemus papam. La muralla separaba la ciudad como siempre pero se veía confundida por la niebla y, en las calles, el agua corría por los canalillos para ir a dormir a los aljibes. Darro y Genil entonces eran pequeños grandes gigantes que crecían no tanto como con el deshielo e iban a juntarse cerca del Humilladero . Nosotros jugábamos a hacer casas de piedra cerca de la biblioteca del Salón. Los palacios eran refugios inaccesibles para el viandante. Más útil era entonces una corriente cornisa, o e...

Aunque las piedras lluevan

Aunque las piedras lluevan, mi amor por ti seguirá. Ven a este lugar donde habito si quieres a encontrarte como eres en tu infinita dulzura y en tu tenebrosa oscuridad. Sé que hay en ti un amanecer profundo y hondo, que no es idéntico al resto de amaneceres hasta la fecha. Sé que las calles te aplauden y te abrazan a tu paso. Ningún poder divino o terrenal ha podido o querido impedir tu firme paso, porque eres aceptada y amada. También te diré que este poema, balada de un frío Domingo, trae pequeñas muestras de un mundo nuevo. En sus aledaños, recobro la palabra aplazada, la pinto de verde y aparece la esperanza. La lógica poligonal de calles de arrabal de gran barrio, en esta ciudad que es puerto sin serlo, jardín donde la Primavera nos trae sus propios barcos, induce a ti.  

Du bist nicht gezwungen

Es gibt immer Zeit für sagen.. Du bist nicht gezwungen zu schreiben mir Du bist nicht gezwungen zu lieben mir Du bist nicht gezwungen zu vermissen mir Du bist nicht gezwungen zu lächeln mit mir Du bist nicht gezwungen zu Erinnerung zurückrufen Du bist nicht gezwungen zu froh sein jedesmal was über mich etwas du hörst Du bist nicht gezwungen zu hören mir Du bist nicht gezwungen zu fliegen mit mir Du bist nicht gezwungen zu traumen mit mir Aber.. Wenn du willst, können wir zusammen lächeln, fliegen, traumen

Creo conveniente...

Creo conveniente... No pagar con la misma moneda Respetar los lugares en cuyo umbral dice "Se reserva el derecho de admisión" Aceptar el pasado y construir lo inmediato Aprender a dejar lo que no es posible cambiar ¿Quién dijo que un recuerdo, un poema pudieran representar un agravio? Responder con bondad a la maldad, pues esta última quizá provenga de alguna carencia Elevarme bien alto hasta alcanzar los cotidianos muros de la belleza y de la razón Abrazar los vientos aunque no sean cálidos Creo conveniente... Edificar versos como ladrillos simples, bien formados, arcillas que se secan en el horno. Recordar las canteras que formaban ese paisaje austero y tan cercano. Olivares situados frente a los altos muros de piedra en cuya altura habitaban los cedros y los pinsapos. Fuentes de pueblo que traen el agua de las serranías escondidas Creo conveniente... Mirar de frente, ajustar los relojes, vivir lentamente, dulcemente sostener tu mano.

Transparencia

Transparencia no es decir todo lo que se piensa. Transparencia es un hábito de vida, una forma de expresar, de sentir, que no ampara la simulación ni el retoque. El agua cristalina de un río puede albergar un fondo sucio y oscuro. Sin embargo, el agua turbia puede cobijar un fondo limpio y sin ambages. Cuando muchos hablan, olvidan investigar. La mentira fué siempre un mal necesario al servicio del ventajista y poderoso. Fácilmente manipulable. Se aleja de la cruda realidad, inventa conceptos, justifica lo injustificable y crea narcóticos contra la desidia, contra el olvido, contra la alta suciedad de nuestro mundo cuestionable.

El amor es un puente

El amor es un puente que comunica dos orillas de un río y fluye sigiloso por sus lentas aguas. El amor es un puente por el que caminan los sueños. Uno a uno, se van envolviendo en suaves telas y en dulces susurros parecidos a un secreto, una suerte de enigma irresuelto. El amor es un puente que siempre se está construyendo y cuando aparece incompleto, ya no es él sino una variante parecida, un útil sucedáneo que nos deja insatisfechos. El amor es un puente que junta dos islas, define la pausa, es arquitecto del silencio. A veces, no hace falta invocarlo. Otras veces, conviene esperarlo y es simple encontrarlo si uno mira adentro. Entonces uno diseña sus puentes internos. Con la patria del hombre, que es su tierno comienzo. Infancia, que desgranas el sútil verbo. Con el castillo o la cabaña, del afecto materno. Con la península de quién somos pese a la lluvia del tiempo. Y entonces resurgimos sin triunfalismos, sin expedientes ni billet...

interpretando silencios

Interpretando silencios. Descifrando el código oculto de las palabras no dichas. Que hable la vida y diga lo que deba decir trayendo esperanza.

El andamio del Martes

Me subo al andamio del Martes, por la escalera metálica y me pongo a trabajar por el tiempo inmediato que viene sin que lo llamen. Como ese inquilino que habita siempre en nuestra memoria entendiendo siempre, como adverbio que expresa el paréntesis que comienza, cuando decimos "encantado de conocerte" y no acaba, sólo se posterga. Interrumpido, tal vez, por los necesarios puntos suspensivos. Entonces en ese viaje amable que comienza en el instante del ahora, me dedico a temas comunes como el trabajo, los hijos, a la escritura de estos versos, donde expreso pequeños fragmentos de realidad, perspectivas articuladas que se mueven libres como aves que buscaran los vientos cálidos en épocas invernales, a mí, apreciando la dulzura de la soledad, y a ti, como de costumbre. Porque de alguna forma, de lenta manera, vienes a mi pensamiento, en esta primavera que fulge, y tiene un profundo deseo de todos tus significados. ...

Las cartas que te escribo

Las cartas que te escribo a veces se acortan porque no hay demasiado que añadir a lo ya contado en días anteriores. Por eso, hay que dejar que la vida siga su paso incansable y aprestarse a simplemente vivir y a crecer uno mismo por dentro. No porque entonces puede que no se reúna la experiencia que dé lugar a la crónica y a la escritura del consiguiente mensaje. Si no porque en tal caso, me habré quedado anclado en una parte del camino y las vivencias se estanquen como el agua en un lago antíguo. De todas formas, cada carta mantiene la estructura fija con su encabezado, la fecha del día, el tierno adjetivo, y esa enumeración de lugares comunes que a nadie dañan, ¿a nadie? Espera aquí hice mal los cálculos. Pero quizás es tarde para medir los efectos de un vendaval de palabras que hablan de tí, que sueñan solas sobre tí. Las cartas que te escribo, a veces se alargan, y entran en disquisiciones complejas y divagaciones vanas. Entonces la...

Aunque no nos veamos

Aunque no nos veamos, ni nos hablemos, ni nos miremos a los ojos, para descubrir la verdad que creemos hallar en ellos, ni nos escribamos de manera directa, ni acariciemos la mano del otro en un gesto habitual y consentido, no forzado, sabemos en qué lugar nos hallamos, cuáles son nuestras coordenadas vitales, mediante la interpretación de algún silencio, venido de un ambiente que reside extramuros. Aunque no nos veamos, ni tengamos un calendario común, ni arranquemos las hojas del almanaque al mismo tiempo, sabemos del otro sin necesidad de cruzar el umbral que nos separa, la corta distancia que hace finito el infinito. Por suerte, aunque no nos veamos, siempre estaremos a tiempo, de hacerle un homenaje a la primavera, y a todas las estaciones del año. Porque vienes y no vienes, porque siempre te espero.

Despedidas de domingo

El domingo no podría ser distinto a esa pasarela de momentos donde el tierno amor se funde con el necesario y cálido abrazo. Ya hemos llorado en los umbrales de la casa a las que apenas pertenezco, donde los determinantes posesivos son puro testimonio, pues ¿acaso en algún momento tuvieron central protagonismo? Inventaremos mundos en los nuevos lugares que habitamos, desde hace escaso tiempo, y que se parezcan en algo a los grandes momentos rescatando la autenticidad que no existía en decorados de cartón, arte efímero, viento que responde a otro viento con su discurso finito. Despedidas de domingo, escala de grises del día festivo de regreso.

Rompecabezas urbano

De bloques construídos con hormigón y duro metal cotidiano, de compartimentos estancos, de la soledad que anuncian en el parque los bancos, en este frío Marzo que se recicla hacia la estación en la que todo surge, en la que todo florece; de oficinas grises en las que se acumulan las colas a la ventanilla y a los expedientes, en calles con nombres de título nobiliario, edificios que forman la perspectiva y representan el espacio. Todas piezas que se encajan en este rompecabezas urbano. Escenas de cantantes callejeros, sacándole poesía a los instantes, retratos de sombreados caballeros, cuya mejor actuación fue no resaltar en demasía. Como átomos de realidad que atesoraran un atardecer o la estampa de las ruínas de un solar deshabitado.

divas y divos de plástico

Divas y Divos de plástico.  Torres de la Castellana,  mercadotecnia  del viento  y del humo.  ¿Acaso vuestros estándares bursátiles, vuestra lógica fría de números engarzados importa? Tal vez tenga sus consecuencias pero no serán eternas

Pirámides de Cartón

Pirámides de Cartón, estructuras geométricas de Hortaleza. Golden rotten years,  de estos mundos artificiales, de plástico, del infratrabajo low-cost. Señores y señoras vestidos con trajes de ambiente decadente. Altos ejecutivos y ejecutivas de medio pelo. Su oficio, vender esclavos al mejor postor. Bisutería, joyas baratas, sensiblería, diminutivos, oficinas cargadas de miseria humana, despojos de pirámides de cartón, de tigres de papel que se amontonan en los vagones , humanidad enlatada, cuando suena la inexistente bocina de la fábrica de la extorsión.

Con-viviendo

Con-viviendo. Permitiéndonos el espacio suficiente para respirar y ser autónomos Sin asfixiarnos con exigencias malsanas, con bolas de nieve que se agrandan aunque, en un inicio, fueran sólo ideas. ¿Interpretan los demás nuestras ideas como un intento de imposición? Hagámosles ver que son propuestas. Y si no calan o si son desestimadas, ni nos preocuparemos. Ahora sí. Respetemos que cada cual tenga su opinión y ella sea diferente a la nuestra. Respetemos cada forma de manifestación aunque tachen nuestros nombres, nos condenen al clásico ostracismo o le coloquen agujas a los muñecos de vudú, preparados para la ocasión. Porque sabemos que somos arena en el viento y habitantes de este largo desierto .

Ahora es el momento

Ahora es el momento de no repetirse las quejas, de no contagiarse de la negatividad del ambiente. ¿Qué más da si debí hacer o debí decir o debí escribir? Si lo hecho está hecho, si lo dicho está dicho, si lo escrito está escrito. Afrontar lo vivido y respirar para coger aliento. El ahora es una fábrica contínua de sorpresas. Lo aliñaremos con unas gotas de amor, un ramillete de ternura, abrazos con sabor al de la fruta ya madura. Bienvenidas sean las puertas que se abren a nuestro paso. Bienvenidas sean las puertas que ya se cerraron. Intentaré no correr tras tus pasos, y manejar el impulso eléctrico que me lleva a buscar cualquier excusa para acercarme a tí. Si alguna vez estuviste cerca, conoces el camino hasta mí. La vida nos dirá si de nuevo querrás recorrerlo.

Detractores

Lo molesto sería no tenerlos. Lo deshonroso sería que no se mostraran. Porque cuantos más detractores uno tiene, cuantas más veces se muestran, eso le eleva a uno el ímpetu y le hace seguir trabajando con más ahinco, en la ardua tarea de edificar el nuevo presente. Empequeñecer, acotar, limitar, cortar las alas, son sus principales habilidades. ¿Qué ofrecen a cambio? ¿Cuál es su antídoto ante el supuesto veneno? ¿Qué saben si no denigrar e insultar? Seguro que muchas cosas. Pero es por ello, por lo que el verbo construir debería entrar en juego.

Comienza una nueva vida

Como cualquiera que comienza una nueva vida, tras el umbral de un portal, y se adentra por pasillos con luz azul de hospital, traspasando la frontera que separa la calle de la casa. En este lugar, uno sigue construyendo la felicidad, y continua el levantamiento de la compleja arquitectura compuesta por tantos equilibrios: unos estables y otros inestables. Después de la mudanza, la habitación es una cordillera donde las cajas son las montañas. Los utensilios de cocina son la ruta más buscada. Las mochilas con ropa, las cabañas donde el caminante descansa. Todo ya tenía sentido antes, pero lo tiene todavía más después de la primera taza de café. El plano con las medidas de cada rincón es visitado. El sendero continúa. Dulce y frío sol de mañana. Preludio de la estación donde el alma se calma.

Somos arquitectos de nuestra vida.

Somos arquitectos de nuestra vida, diseñadores de interiores de nuestros espacios, ingenieros de nuestra alma, paisajistas de nuestras tardes, albañiles de nuestros momentos, cocineros de un futuro cercano, de todo lo alcanzable. También sin pretenderlo, somos humildes poetas, que escriben prosaicos versos, sin demasiado adorno, sin tanto artilugio. Versos caminantes, que se ponen en pié, y continúan su marcha. Somos arquitectos de nuestra vida. Jardineros de lugares donde crecen las flores, donde los árboles se yerguen firmes, se llenan de las hojas cada primavera . Reverdecen, y en otoño amarillean. De un tono ocre se visten. Al invierno se desnudan como los amantes antes de yacer unidos. Somos arquitectos de nuestra vida, compositores, sin conocer solfeo, de la música que nos abriga el alma. Las flores del cerezo nacen blancas y rosadas. Las del almendro lucen níveas. Somos arquitectos de nuestra vida, artesanos de nuestros silencios, voce...

Melodía nocturna

Melodía nocturna de estancias a deshoras. Como parte principal, el arco de tus labios al construir la sonrisa. Como contrapunto, el dulce susurro de tu voz, tan recordada. Como recurso recurrente, el canto de esperanza y realidad, que me lleva a continuar sin perder la perspectiva.

Me vienes a la mente

Me vienes a la mente. Y en ese impulso eléctrico le mando un fax a mi cerebro para que se ponga a buscar en el pequeño baúl selectas palabras de amor. Mas luego, viene la siguiente chispa que envía un telegrama para que, en el diccionario donde cabe toda la ternura, los términos empleados no sean selectos, sino más bien sencillas palabras de amor. Entonces, sin perder más el tiempo, finaliza la búsqueda y comienza la creación que se nutre de sí misma, que se construye a partir de figuras comunes, ya utilizadas en otros poemas, que no añaden casi nada nuevo, y de figuras no comunes, tejido de pequeñas innovaciones poéticas, que voy experimentando. ¿Cómo no salirme del corsé programático sin apelar a todo lo que de tí venero? Te adoro una vez más y vuelvo a acariciar tus manos suaves como el terciopelo. Respirarte en el dulce aroma de tu pelo.

La niña del cuadro

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La niña del cuadro miró al mar y ¿qué vió? Toneladas de agua salada, kilómetros de distancia e incertidumbre, una herida antígua que duele y que trae el recuerdo de otro tiempo. Era Madrid principio del siglo veintiuno. Estampas de jardines, ciudad de cultura y recuerdos de infancia. Asimismo, el sur era una isla de un país casi olvidado. Caminante de calles estrechas, descifrabas el código oculto de historias ajenas. La niña del cuadro mira al mar. Nostalgia, un espejo. La noche ha sido larga. Amanece la memoria grata.

Las mañanas luminosas

Las mañanas luminosas  clarifican el alma, más allá  de las regiones profundas  y oscuras donde todavía  se pronuncian las sombras con sonidos apenas perceptibles.  Por la ventana, rayos entran como  palabras de  un lenguaje directo, cual discurso concentrado  de la realidad, encajando  los tablones cotidianos en el taller del carpintero.  ¡No hay nada que temer frente a la oscuridad!  Hay soles que brillan menos puros tras las paredes  y las rejas  del cuarto del autoengaño.  Aire puro, bienvenido,  quebré la cadena. 

Afrontar la realidad

Sí, afrontar la realidad es algo que a diario hacemos. Aceptamos que haya personas que amamos y no están cerca de nosotros. Aunque dicen que cuando hay amor, poco importa la distancia. Aceptamos que la vida presente sus plazos y avance implacable. ¿Qué hacer frente a la locomotora del tiempo? Dentro de esto, rescataremos lo bello que nos ofrece la cotidianeidad y le sacaremos provecho a cada instante viviéndolo como si fuera el último. Hay trenes que se fueron. Hay trenes que permanecen. Hay trenes que vendrán. ¿Qué más necesito saber? Ah sí. Hay que mirar de frente la realidad y, mientras tanto, dedicarte un verso que no se parezca a ningún otro verso anterior.

Crónica de los mundos sutiles

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Hay mundos sutiles  que se construyen en la mañana  como una melodía cuyo ritmo avanza dulce, delicada  pero no ajenos  a la interrupción, no sin un compás asíncrono. Hay algunos que provienen de las cuevas  de la razón,  se asientan sobre dudas y certezas conformadoras de una perspectiva, que nos trae luz,  en la que cada sombra tiene un proceder ignoto.  Hay otros cuyo origen  es el alma del comerciante, del escaparatista que vive en nuestro interior.  Ese oficio antíguo de las viejas tiendas de los barrios, que dota al negocio de la imagen exterior.  Donde nada parece lo que es, donde hay pseudofalacias, pseudoverdades, con precio de venta al público.  Pero en esos mundos emergentes,  hay islas coherentes que se abastecen a sí mismas, y dotan de equilibrio  la dinámica del vuelo de las pompas de jabón.

Otros tiempos vendrán distintos a éstos

Otro tiempo vendrá distinto a éste. Ángel González Otros tiempos vendrán distintos a éstos. Son tiempos de cambio. Tiempos de transición de los que sentirme confiado y gozoso. El pasado es una tierra baldía que no da ninguna cosecha. Lo mejor vendrá cuando sea el momento justo. No antes. No después. Mientras tanto, no anhelemos demasiado, enfóquemonos en el instante y seamos selectivos con las batallas que emprendamos.

Alabanza de tí

A lo largo de estos años fueron muchas las alabanzas que escribí sobre tí pero ninguna puede ser tan valiosa como la que todavía no se ha hecho. Siempre hay palabras amables que te describen en tu inconmensurable grandeza, en tu tranquila belleza, en tu pureza, en tu veteranía, en tu entereza, en tu bondad sin límites, en la alabanza no descrita. Alabanza de tí, sin finalidad aparente. Tan sólo enumeración de virtudes que te hacen única y diferente.

29 de Febrero

Paso las páginas del almanaque y contemplo la del día de hoy: 29 de Febrero. La mañana , ya convertida en mediodía, se presenta luminosa en esta fecha mágica que, cada cuatro años, figura en el calendario, brillando con su singularidad. El mes se acaba y Marzo, repleto de certezas, viene caminando firme e implacable. Avanzo. Me despediré de los lugares donde a veces fuí feliz. Saludaré los nuevos espacios donde vivir. Abrazaré las cálidas horas que han de ser lo que deban ser, el tiempo nuevo que se va gestando.

Empezando desde cero

Empezando desde cero, sin pretender demasiado. Vivir sin miedo. Es lo acordado. ¿Qué más pedirle a la vida si nos sorprende a cada rato? Comenzaré por decir que extrañarte es algo que evitar no puedo. Dejaré fluir el sentimiento, la emoción, la hormona que salta y brinca impetuosa. Espero que valores con cierta perspectiva, este impulso que me mueve a escribir sobre los muros del silencio. Mas el silencio habla y nos comunica cosas con mayor claridad que cualquier discurso bien organizado. Me atreveré a pensar y a sacar conclusiones oportunas. ¿Me verás decir que tu luz es menos nítida que la de la luna? Lento viene, lento, el tiempo que no ha llegado. Te esperaré en el lugar donde los sueños no renuncian.