Las mañanas luminosas

Las mañanas luminosas 
clarifican el alma,
más allá 
de las regiones profundas 
y oscuras donde todavía 
se pronuncian las sombras
con sonidos
apenas perceptibles. 

Por la ventana,
rayos entran como 
palabras de 
un lenguaje directo,
cual discurso concentrado 
de la realidad,
encajando 
los tablones cotidianos
en el taller del carpintero. 

¡No hay nada que temer frente a la oscuridad! 
Hay soles que brillan menos puros
tras las paredes 
y las rejas 
del cuarto del autoengaño. 

Aire puro, bienvenido, 
quebré la cadena. 








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