Tejeremos una manta cálida

Tejeremos una manta cálida para los niños y las niñas
y que esta primavera no se les vuelva invierno.

Estará compuesta por una cucharada de ternura,
veinte gramos de dulzura,
abrazos y besos a montones,
de los pequeños, los medianos, los grandotes.

Para ellos construiremos
el más alto de los muros,
que no pueda ser rebasado ni por cien escaladores.

Habrá un circo, un palacio
y en las aceras habrá alegría a raudales.

Mas si el mundo no acompaña,
y si la realidad lo vuelve todo gris,
rescataremos los pinceles y las brochas,
haremos
de cada calle,
por oscura que sea,
un maravilloso jardín.

Ven, acompáñame a esta fiesta,
siente conmigo la canción de la esperanza.
Llenaremos de bondad cada instante
y no habrá monstruo ni gigante
que nos parezca
impresionante,
es más: serán desternillantes.

Nos reiremos de nuestras sombras:
Jajaja.

Juntos tejeremos una manta cálida
para los niños y para las niñas.

Visitaremos lugares de los diferentes países y continentes
y vendrá una orquesta que toque
música recreativa.

Bien es cierto que habría días lluviosos.

El humo de las fábricas no siempre es blanco. Entonces la directora tomará su batuta que le sacará notas

al momento

como el carpintero le saca a la madera virutas.

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