Después de la lluvia
Después de la lluvia,
se aprecian los árboles
en cuyas ramas
brotan las hojas
y el aire ahora más limpio,
enturbiado tan sólo por los gases
que salen de los tubos de escape
de los coches,
compone
la oda a la primavera.
La realidad trae su listado
de lecciones por aprender
y, una a una,
la vida nos las va desglosando.
Las flores fulgen en los balcones
del barrio oscuro
y la luz naranja de las farolas
ilumina
el camino sinuoso
del viandante.
Después de la lluvia,
te aguardo.
Mientras tanto,
el aire ahora más limpio,
enturbiado tan sólo por los gases
que salen de los tubos de escape
de los coches,
compone
la oda a la primavera.
se aprecian los árboles
en cuyas ramas
brotan las hojas
y el aire ahora más limpio,
enturbiado tan sólo por los gases
que salen de los tubos de escape
de los coches,
compone
la oda a la primavera.
La realidad trae su listado
de lecciones por aprender
y, una a una,
la vida nos las va desglosando.
Las flores fulgen en los balcones
del barrio oscuro
y la luz naranja de las farolas
ilumina
el camino sinuoso
del viandante.
Después de la lluvia,
te aguardo.
Mientras tanto,
el aire ahora más limpio,
enturbiado tan sólo por los gases
que salen de los tubos de escape
de los coches,
compone
la oda a la primavera.
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