florece,
respiro poesía,
inhalo los versos,
exhalo una estrofa,
y me siento
en un tocón
del camino
a tararear una corta melodía.
La máquina de la imaginación
que todo lo elabora,
fabrica incluso
un viaje hacia tí,
hacia la comprensión
de la apariencia de un estado de ánimo.
Imagen sobre el espejo.
Y viene el viento de la métrica libre
a
hilvanar
historias mínimas.
Tan pequeñas
como la certeza
de lo poco que sobre tí sé,
en
mi claro desconocimiento:
de tu atlas de geografía
humana,
en particular;
de la vida y de las cosas,
en general.
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