jueves, 31 de marzo de 2016

El amor es un puente

El amor es un puente
que comunica dos orillas de un río y
fluye sigiloso
por sus lentas aguas.


El amor es un puente
por el que caminan los sueños.
Uno a uno,
se van envolviendo
en suaves telas y en dulces susurros
parecidos a un secreto,
una suerte de enigma irresuelto.


El amor es un puente que siempre
se está construyendo y cuando aparece incompleto,
ya no es él sino una variante parecida,
un útil sucedáneo que nos deja
insatisfechos.


El amor es un puente
que junta dos islas,
define la pausa, es arquitecto del silencio.


A veces, no hace falta invocarlo.


Otras veces, conviene esperarlo
y es simple encontrarlo
si uno mira adentro.


Entonces uno diseña sus puentes
internos.
Con la patria del hombre,
que es su tierno comienzo.
Infancia, que desgranas el sútil verbo.


Con el castillo o la cabaña,
del afecto materno.


Con la península de quién somos
pese a la lluvia del tiempo.


Y entonces resurgimos sin triunfalismos,
sin expedientes ni billete de vuelta,
al otro lado de la ribera,
que surca
la frontera
del ayer que ya es historia
y del que aprendemos.











miércoles, 30 de marzo de 2016

interpretando silencios

Interpretando silencios.
Descifrando el código oculto
de las palabras no dichas.
Que hable la vida y diga
lo que deba decir trayendo
esperanza.

martes, 29 de marzo de 2016

El andamio del Martes

Me subo al andamio del Martes,
por la escalera metálica y
me pongo a trabajar
por el tiempo inmediato que viene
sin que lo llamen.
Como ese inquilino que habita siempre
en nuestra memoria
entendiendo siempre,
como adverbio que expresa
el paréntesis que comienza,
cuando decimos "encantado de conocerte" y no acaba,
sólo se posterga. Interrumpido, tal vez,
por los necesarios puntos suspensivos.

Entonces en ese viaje amable que comienza en el instante
del ahora,
me dedico a temas comunes como el trabajo,
los hijos,
a la escritura de estos versos,
donde expreso pequeños fragmentos
de realidad,
perspectivas articuladas que se mueven libres
como aves que buscaran los vientos cálidos
en épocas invernales,
a mí,
apreciando la dulzura de la soledad,


y a ti, como de costumbre.


Porque de alguna forma,
de lenta manera,
vienes a mi pensamiento,
en esta primavera que fulge,
y tiene un profundo deseo de todos tus significados.


Porque no estás, porque apenas sé cuál
es tu
actual pensamiento,
aunque comprendo
que esta danza sin límite,


sin visados ni autorizaciones,
puede que nos lleve
algún día a encontrarnos,


¿cómo ordenar el agua que se remueve por la estela que deja el navegar
de un barco?










miércoles, 23 de marzo de 2016

Las cartas que te escribo

Las cartas que te escribo
a veces se acortan porque no hay demasiado
que añadir
a lo ya contado en días anteriores.


Por eso, hay que dejar que la vida siga su paso incansable
y aprestarse a simplemente vivir y a crecer
uno mismo por dentro.


No porque entonces puede que no se reúna la experiencia
que dé lugar a la crónica
y a la escritura del consiguiente mensaje.


Si no porque en tal caso,
me habré quedado anclado
en una parte del camino
y
las vivencias se estanquen
como el agua en un lago antíguo.


De todas formas,
cada carta mantiene la estructura fija
con su encabezado, la fecha del día,
el tierno adjetivo,
y esa enumeración de lugares comunes
que a nadie dañan, ¿a nadie?
Espera aquí hice mal los cálculos.
Pero quizás es tarde para medir los efectos
de un vendaval de palabras
que hablan
de tí, que sueñan solas sobre tí.


Las cartas que te escribo, a veces se alargan,
y entran en disquisiciones complejas
y divagaciones vanas.


Entonces las acorto, simplifico
y pulso la siguiente tecla
con el natural gesto
sin pretensión.


Las cartas que te escribo son resumen
y cronología propia,
inventario amable de ideas acostumbradas.

martes, 22 de marzo de 2016

Aunque no nos veamos

Aunque no nos veamos,
ni nos hablemos,
ni nos miremos a los ojos,
para descubrir la verdad que creemos
hallar en ellos,
ni nos escribamos de manera directa,
ni acariciemos la mano del otro
en un gesto habitual y consentido,
no forzado,
sabemos
en qué lugar nos hallamos,
cuáles son nuestras coordenadas vitales,
mediante
la interpretación
de algún silencio,


venido de un ambiente
que reside extramuros.


Aunque no nos veamos,
ni tengamos un calendario común,
ni arranquemos las hojas del almanaque
al mismo tiempo,


sabemos del otro
sin necesidad de cruzar el umbral que nos separa,


la corta distancia que hace finito el infinito.


Por suerte, aunque no nos veamos,


siempre estaremos a tiempo,
de hacerle un homenaje a la primavera,
y a todas las estaciones del año.


Porque vienes
y no vienes,
porque siempre te espero.

lunes, 21 de marzo de 2016

Despedidas de domingo

El domingo no podría ser distinto
a esa pasarela de momentos
donde el tierno amor
se funde
con el necesario y cálido abrazo.


Ya hemos llorado en los umbrales
de la casa
a las que apenas
pertenezco,


donde los determinantes posesivos
son puro testimonio,


pues ¿acaso en algún momento
tuvieron central protagonismo?


Inventaremos mundos en los nuevos
lugares que habitamos,
desde hace escaso tiempo, y
que se parezcan
en algo
a los grandes momentos
rescatando la autenticidad
que no existía
en decorados de cartón,
arte efímero,
viento que responde a otro viento
con su discurso finito.




Despedidas de domingo,
escala de grises
del día festivo de regreso.





miércoles, 16 de marzo de 2016

Rompecabezas urbano

De bloques construídos
con hormigón y duro metal cotidiano,

de compartimentos estancos,

de la soledad que anuncian en el parque
los bancos,

en este frío Marzo que se recicla

hacia la estación en la que todo surge,
en la que todo florece;

de oficinas grises
en las que se acumulan las colas
a la ventanilla y a los expedientes,

en calles con nombres de título nobiliario,

edificios que forman la perspectiva

y representan el espacio.

Todas piezas que se encajan

en este rompecabezas urbano.

Escenas de cantantes callejeros,

sacándole poesía a los instantes,

retratos de sombreados caballeros,

cuya mejor actuación fue no resaltar en demasía.

Como átomos de realidad

que atesoraran un atardecer o la estampa

de las ruínas de un solar deshabitado.

martes, 15 de marzo de 2016

divas y divos de plástico

Divas y Divos de plástico. 
Torres de la Castellana, 
mercadotecnia 
del viento 
y del humo. 
¿Acaso vuestros estándares bursátiles,
vuestra lógica fría de números engarzados
importa?
Tal vez tenga sus consecuencias
pero no serán eternas

viernes, 11 de marzo de 2016

Pirámides de Cartón

Pirámides de Cartón,
estructuras geométricas de Hortaleza.
Golden rotten years, 
de estos mundos artificiales, de plástico,
del infratrabajo low-cost.

Señores y señoras vestidos
con trajes de ambiente decadente.
Altos ejecutivos y ejecutivas de medio pelo. Su oficio,
vender esclavos al mejor postor.
Bisutería,
joyas baratas,
sensiblería,
diminutivos,
oficinas cargadas de miseria humana,
despojos de pirámides de cartón,
de tigres de papel
que se amontonan en los vagones
, humanidad enlatada,
cuando suena la inexistente
bocina
de la fábrica de la extorsión.

Con-viviendo

Con-viviendo.

Permitiéndonos el espacio suficiente para respirar y ser autónomos

Sin asfixiarnos con exigencias malsanas, con bolas de nieve que se agrandan

aunque, en un inicio, fueran sólo ideas.

¿Interpretan los demás nuestras ideas como un intento de imposición?

Hagámosles ver que son propuestas. Y si no calan o si son desestimadas, ni nos preocuparemos.

Ahora sí. Respetemos que cada cual tenga su opinión y ella sea diferente a la nuestra.

Respetemos cada forma de manifestación aunque tachen nuestros nombres, nos condenen al clásico ostracismo o le coloquen agujas

a los muñecos de vudú, preparados para la ocasión.

Porque sabemos

que somos arena en el viento

y habitantes de este largo desierto .

jueves, 10 de marzo de 2016

Ahora es el momento

Ahora es el momento
de no repetirse las quejas,
de no contagiarse de la negatividad del ambiente.

¿Qué más da si debí hacer o debí decir o debí escribir?

Si lo hecho está hecho, si lo dicho está dicho, si lo escrito está escrito.

Afrontar lo vivido y respirar para coger aliento.

El ahora es una fábrica contínua de sorpresas.

Lo aliñaremos con unas gotas de amor,

un ramillete de ternura,

abrazos con sabor

al de la fruta ya madura.

Bienvenidas sean las puertas que se abren a nuestro paso.

Bienvenidas sean las puertas que ya se cerraron.

Intentaré no correr tras tus pasos,

y manejar el impulso

eléctrico que me lleva a buscar cualquier excusa

para acercarme a tí.

Si alguna vez estuviste cerca,

conoces el camino hasta mí.

La vida nos dirá si de nuevo querrás recorrerlo.


miércoles, 9 de marzo de 2016

Detractores

Lo molesto sería no tenerlos.
Lo deshonroso sería que no se mostraran.
Porque cuantos más detractores uno tiene,
cuantas más veces se muestran,
eso le eleva a uno el ímpetu
y le hace seguir trabajando con más ahinco,
en la ardua tarea de edificar el nuevo presente.

Empequeñecer,
acotar,
limitar,
cortar las alas,
son sus principales habilidades.

¿Qué ofrecen a cambio?

¿Cuál es su antídoto ante el supuesto veneno?

¿Qué saben si no denigrar e insultar?

Seguro que muchas cosas. Pero es por ello,
por lo que el verbo construir
debería entrar en juego.

martes, 8 de marzo de 2016

Comienza una nueva vida

Como cualquiera que comienza una nueva vida,
tras el umbral de un portal,
y se adentra por pasillos con luz azul de hospital,
traspasando la frontera que separa la calle
de la casa.

En este lugar, uno sigue construyendo la felicidad,
y continua el levantamiento
de la compleja arquitectura
compuesta por tantos equilibrios:
unos estables y otros inestables.

Después de la mudanza,
la habitación es una cordillera
donde las cajas son las montañas.

Los utensilios de cocina son la ruta más buscada.

Las mochilas con ropa, las cabañas donde el caminante descansa.

Todo ya tenía sentido antes, pero lo tiene todavía más después
de la primera taza de café.

El plano con las medidas de cada rincón es visitado.

El sendero continúa.

Dulce y frío sol de mañana.

Preludio de la estación donde el alma
se calma.







viernes, 4 de marzo de 2016

Somos arquitectos de nuestra vida.

Somos arquitectos de nuestra vida,
diseñadores de interiores
de nuestros espacios,
ingenieros de nuestra alma,
paisajistas
de nuestras tardes,
albañiles
de nuestros momentos,
cocineros de un futuro cercano,
de todo lo alcanzable.

También sin pretenderlo,
somos humildes poetas,
que escriben prosaicos versos,
sin demasiado adorno,
sin tanto artilugio.
Versos caminantes,
que se ponen en pié,
y continúan
su marcha.

Somos arquitectos de nuestra vida.
Jardineros
de lugares donde crecen las flores,
donde los árboles
se yerguen firmes,
se llenan de las hojas cada primavera . Reverdecen,
y en otoño amarillean. De un tono ocre se visten.


Al invierno se desnudan
como los amantes
antes de yacer unidos.

Somos arquitectos de nuestra vida,
compositores, sin conocer solfeo, de la música
que nos abriga el alma.

Las flores del cerezo nacen blancas y rosadas.
Las del almendro lucen
níveas.

Somos arquitectos de nuestra vida,
artesanos de nuestros silencios,
voceros de nuestras angustias,
cronistas de lo vivido, de lo soñado,
pasajeros del tren del presente.



jueves, 3 de marzo de 2016

Melodía nocturna

Melodía nocturna
de estancias a deshoras.

Como parte principal,
el arco de tus labios
al construir
la
sonrisa.

Como contrapunto,
el dulce susurro de tu voz,
tan recordada.

Como recurso recurrente,
el canto de esperanza y realidad,
que me lleva a continuar
sin perder la perspectiva.

Me vienes a la mente

Me vienes a la mente.
Y en ese impulso eléctrico le mando un fax
a mi cerebro
para que se ponga a buscar en el pequeño
baúl selectas palabras de amor.
Mas luego, viene la siguiente chispa
que envía un telegrama para que, en el diccionario
donde
cabe toda la ternura,
los términos empleados
no sean selectos,
sino más bien sencillas
palabras de amor.
Entonces, sin perder más el tiempo,
finaliza la búsqueda
y comienza la creación
que se nutre de sí misma,
que se construye a partir de figuras comunes,
ya utilizadas en otros poemas,
que no añaden casi nada nuevo,
y de figuras no comunes,
tejido de pequeñas innovaciones poéticas,
que voy experimentando.
¿Cómo no salirme del corsé programático
sin apelar
a todo lo que de tí venero?
Te adoro una vez más y vuelvo a acariciar tus manos suaves
como el terciopelo.
Respirarte en el dulce aroma
de tu pelo.

La niña del cuadro



La niña del cuadro miró al mar y ¿qué vió? Toneladas de agua salada, kilómetros de distancia e incertidumbre, una herida antígua que duele y que trae el recuerdo de otro tiempo. Era Madrid principio del siglo veintiuno. Estampas de jardines, ciudad de cultura y recuerdos de infancia. Asimismo, el sur era una isla de un país casi olvidado. Caminante de calles estrechas, descifrabas el código oculto de historias ajenas. La niña del cuadro mira al mar. Nostalgia, un espejo. La noche ha sido larga. Amanece la memoria grata.

Las mañanas luminosas

Las mañanas luminosas 
clarifican el alma,
más allá 
de las regiones profundas 
y oscuras donde todavía 
se pronuncian las sombras
con sonidos
apenas perceptibles. 

Por la ventana,
rayos entran como 
palabras de 
un lenguaje directo,
cual discurso concentrado 
de la realidad,
encajando 
los tablones cotidianos
en el taller del carpintero. 

¡No hay nada que temer frente a la oscuridad! 
Hay soles que brillan menos puros
tras las paredes 
y las rejas 
del cuarto del autoengaño. 

Aire puro, bienvenido, 
quebré la cadena. 








martes, 1 de marzo de 2016

Afrontar la realidad

Sí,
afrontar la realidad
es algo que a diario hacemos.

Aceptamos que haya personas que amamos
y no están cerca de nosotros.

Aunque dicen que cuando hay amor,
poco importa la distancia.

Aceptamos que la vida presente sus plazos
y avance implacable.

¿Qué hacer frente a la locomotora
del tiempo?

Dentro de esto,
rescataremos lo bello que nos ofrece
la cotidianeidad
y le sacaremos provecho
a cada instante
viviéndolo
como si fuera el último.

Hay trenes que se fueron.

Hay trenes que permanecen.

Hay trenes que vendrán.

¿Qué más necesito saber?

Ah sí. Hay que mirar de frente la realidad
y, mientras tanto,
dedicarte un verso
que no se parezca a ningún otro
verso anterior.

Crónica de los mundos sutiles


Hay mundos sutiles 
que se construyen en la mañana 
como una melodía cuyo ritmo
avanza dulce, delicada 
pero no ajenos 
a la interrupción, no sin un compás asíncrono.
Hay algunos que provienen de las cuevas 
de la razón, 
se asientan sobre dudas y certezas
conformadoras de una perspectiva, que nos trae luz, 
en la que cada sombra
tiene un proceder ignoto. 
Hay otros cuyo origen 
es el alma del comerciante,
del escaparatista que vive en nuestro interior. 
Ese oficio antíguo de las viejas tiendas de los barrios,
que dota al negocio de la imagen exterior. 
Donde nada parece lo que es,
donde hay pseudofalacias, pseudoverdades,
con precio de venta al público. 
Pero en esos mundos emergentes, 
hay islas coherentes que se abastecen a sí mismas,
y dotan de equilibrio 
la dinámica del vuelo de las pompas de jabón.