jueves, 5 de mayo de 2016

Extranjero en mi propia tierra.

Para ti, compañera


Comprendo
al que
no es de aquí pues
soy extranjero en mi propia tierra.


Si lo pienso, ¿de qué me sirve haber nacido en esta tierra
en términos prácticos?


¿Me aplauden en los trabajos?


¿Mi salud está garantizada
por el estado si no trabajo?


Es cierto que puedo vivir en cualquier lugar de este territorio
y de Europa,
y como el que no es de aquí,
sufro la crudeza del invierno,
la lluvia en la estación apropiada.
A la pobreza
se le asigna su cuota de peligrosidad,
y nadie es eximido en tal caso
por ser de una nacionalidad concreta.
Mis hijos no tienen derechos extra.
No tienen una tierra que labrar
ni un hogar que habitar.


Donde no soy extranjero
es en mi interior.
Allí tengo mi pequeño e innegociable paraíso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario