martes, 24 de mayo de 2016

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Esos poemas anteriores

Esos poemas anteriores, que releo, ¿eran poemas?

Estos poemas actuales, que leo, ¿son poemas?

Aquellos poemas futuros, que no se han escrito, ¿serán poemas?

Respiro poesía

En la estación donde todo 
florece,
respiro poesía,
inhalo los versos, 
exhalo una estrofa, 
y me siento 
en un tocón 
del camino
a tararear una corta melodía. 

La máquina de la imaginación
que todo lo elabora, 
fabrica incluso 
un viaje hacia tí, 
hacia la comprensión 
de la apariencia de un estado de ánimo. 
Imagen sobre el espejo. 

Y viene el viento de la métrica libre
hilvanar 
historias mínimas. 

Tan pequeñas 
como la certeza
de lo poco que sobre tí sé,
en 
mi claro desconocimiento:
de tu atlas de geografía 
humana, 
en particular;
de la vida y de las cosas,
en general. 


Me pongo en tu lugar

Querida compañera, querida amiga y cómplice:

Me pongo en tu lugar.

Ya analicé en demasía
las consecuencias lógicas
del truco de maga
que hiciste
al desaparecer.

Revisé punto por punto,
coma por coma,
espacio por espacio,
la estrategia que subyace detrás de tu retirada.

Es fácil comprender
el daño que hacen las habladurías
de la gente,
las insinuaciones
de los hombres del pueblo,
de las mujeres que todavía te envidian.

Es fácil asumir el dolor
de otra madre
que como tú
intenta que sus hijos crezcan
sanos y felices.

Me pongo en tu lugar,
tal vez tarde,
y comprendo
que lo que desees sea vivir en paz,
respirar el aroma del ocaso
sin cadenas pero con la responsabilidad
contraída
por iniciativa propia.

Todavía me cuesta creer que esta
vida pagada en cómodos plazos,
como una enciclopedia,
sea la que deseas vivir.

Pensé y todavía pienso,
que como yo, eres un espíritu libre
y consciente,
constructor de futuros,
simples y condicionales.


domingo, 22 de mayo de 2016

Le jour d'avant

Hoy te he recordado
en el verso que se expande,
como ola en la orilla del mar.


Desde el muelle del puerto,
mis barcos zarparon esta tarde
en una travesía entre dos continentes
separados por una avenida.


¿Cómo hacerte saber
que eres bienvenida, que eres celebrada
como fiesta de la primavera,
reunión de todas las flores,
las arpas, los poetas,
las gentes de estos lares que habitan
las calles antíguas
de barrios desgastados?


Ya sé que esto no es un reencuentro,
te me apareces
como salida
de un sueño,
en el que tú fueses
la protagonista,
abriéndote paso entre las mareas,
las corrientes marinas.


Hoy he recuperado
la imagen de tu rostro,
la mirada
que esconde una lágrima
anterior.


Hielo. No hay saludo.
Lo implícito,
lo acordado,
el acuerdo establecido.


Le jour d'avant,
el día anterior,
el día ausente,
el tiempo presente
que vamos construyendo.


Hoy te he recobrado
en lo que eres,
en lo que fuíste.


El tiempo que vendrá,
desconocido,
inexacto,
inesperado,
promesa de nada,
presagio de casi todo,
dulce como las cerezas
y con el aroma de las ciruelas,
de los mercados cerca del puerto.





miércoles, 18 de mayo de 2016

Querido antagonista

Querido antagonista:

No fuímos bien recibidos
en el palacio de la mañana.

Tampoco esperábamos serlo.

Ni ser aclamados,
ni ser aplaudidos,
no esperábamos nada
pero vino con sus ejércitos y cargó con todo.

De resultas de la batalla,
tras las espaldas que se muestran
vulnerables,
alguna daga pretérita nos alcanzó
pero
ya poco importa.
Nos rehacemos de los resquicios de una herida.

Hemos aprendido
de este tiempo
clarificador,
de los engranajes que mueven
las aspas del alto molino,
del atrevernos a pensar
en que nada es lo que parece,
y que el mundo feliz que se dice a sí mismo,
es un artefacto que se construye a diario.

Del apego que se le tiene
al motivo que le trajo hasta aquí,
del amor
que mantengo
en movimiento
y que lleva un paso lento e imparable.

Tan sólo necesita ser correspondido.
Como proyecto, está bien. Será mejor caminar con una sistemática duda.



Los itinerarios de un agravio

Apenas sé
por qué la historia vigila
como centinela inexpugnable
los itinerarios de un agravio.

Apenas sé
por qué la moral señala
con el dedo índice extendido
y es siempre más sencillo
para resolver un caso
buscar a un culpable.
Es todo un ejercicio de síntesis.
Es preferible
limpiar la conciencia
a limpiar la casa.
E inventar alguna mentira útil,
de esas,
que sirva para dar una lección
al atrevido,
un castigo ejemplar
al osado
y de paso construir la ventaja,
tan necesaria,
del señor pequeño que para sentirse
cómodo, se coloca alzas en los zapatos.

Los itinerarios de un agravio
no vienen en un mapa
de esos que se encuentran en las bibliotecas,
aunque en
sus rincones
existan nombres propios
que traen el funesto recuerdo,
el testimonio de alguna batalla.

Al agraviado le acompañan algunos simpatizantes,
camaradas que le dan la mano,
le salen al paso,
aplauden sus gestos,
su castigo al poeta
y se preguntan:

¿Qué se habrá creído?

Y vocean al unísono: ¡Váyase al infierno!

Acaso el infierno es el lugar donde habita el ángel
expulsado del paraíso.

Paraísos como ésos, no son paraísos.

En tierra de nadie, escasean los aliados.
Es preferible abandonarse a la lógica inevitable
de los solitarios.

En momentos de necesidad vital,
es fácil confundir
el alcance y el significado
de los pronombres Usted y Tú. 
porque
yo te hablo de tú,
y tú me respondes de Usted.
¿Sucede a la inversa?
Nunca debimos perder esa distancia,
pero tenía
que probar
el vértigo que produce
desobedecer al hijo del alcalde
y entregarme a la misión
de fabricar juntos un amor.

Cuando digo,
eres linda,
me contestas, le doy las gracias.

Apenas sé
por qué la historia vigila
como centinela inexpugnable
los itinerarios de un agravio.

Todos merecen dignidad,
pero muchos buscan
resarcirse
de un pasado
o tal vez sólo aceptarlo.

La sagrada familia es una catedral incompleta.

No intentemos detener el avance
ni el curso de los acontecimientos.

El tiempo es un río que nos aguarda
en lo mejor que está por llegar.

Mantengamos la mirada amable
y la cabeza erguida.

Ningún amor entregado es en balde.

Aprendamos a mirar.







martes, 17 de mayo de 2016

La primavera construye

La primavera construye
el dulce rocío de la mañana,
los campos llenos de flores,
el vuelo de los pájaros,
su alegre canto;
el relevo
de un invierno que, agotado,
se retira,
a descansar y mejorar su oficio
tras las paredes de su taller.

También edifica
el argénteo brillo del agua del río
al atardecer,
el dorado
resplandor sobre los álamos,
la esmeralda
luz de la luna,
y observa cómo Venus, paciente, palpita
como estrella
que fulgiera en el cielo.

Ya aprendimos
del discurso de la lluvia,
nos conmovimos
con la palabra no dicha por el otro,
cuando nos despedimos
en jardines por los que no
hemos andado juntos todavía.

La primavera compone
el verso recursivo,
la tibia tempestad
de una tormenta de Mayo,
el concierto del ruiseñor,
del jilguero y
del viento entre los árboles.

La primavera construye una promesa,
pero no debemos deslumbrarnos
por todo lo que nos trae,
ni caer en la confianza,
ni en el autoengaño.

Es sola una estación de paso
por la que hemos de vivir
de la mejor manera:
Seamos felices en el ahora.



Malinterpréteme, por favor

Eclesiastés 3 - 7
"Tiempo de romper y tiempo de coser;
tiempo de callar y, tiempo de hablar"

Malinterpréteme, por favor.
Saque de contexto mis versos,
aglutine a sus ejércitos contra las murallas
de mi escaso castillo.
Utilice sus catapultas verbales,
convoque la ira de los dioses,
dispare
y, si acierta,
premio.

Malintérpreteme, por favor.
Pues yo haré que hago oídos sordos,
y sólo sentiré tristeza
de comprobar
cómo otro ser humano más sufre
en este valle
de sombras, luces y claroscuros.

Malinterprete mi amor,
malinterprete mi incansable verbo,
mi adjetivo desgastado,
mi nombre resistente.

Malinterprete el común
de mis temas,
la lógica interna
de los tópicos,
lo bucólico de este paisaje,
malinterprete el sílex
de la arena,
el color verde de las hojas del naranjo,
el metal del andamio.

Malinterpréteme, por favor,
y de la sola repetición de estas palabras
una nueva poética
se irá hilvanando.

lunes, 16 de mayo de 2016

Cuando vuelvo de Granada.

Cuando vuelvo de Granada,
traigo en mi maleta la luz recóndita
de sus calles,
la tranquila forma de caminar
de los viandantes,
la despreocupada
bondad
de sus niños.


En las plazas antíguas,
se confirma
que en los quioscos de flores,
los hombres y las mujeres continúan
comprando rosas rojas,
de oloroso perfume,
y los viajeros acarrean equipajes
con los que entran
por la puerta del hotel.


En esta ciudad-escaparate-monumento,
todos tienen prisa
por tomar fotografías,
dedicarle unos instantes
al rumor del agua en las fuentes,
a la lógica
olvidada de los naranjos en flor,
al jazmín que yace
níveo
en el muro.


Cuando vuelvo de Granada,
por la ventana del autobús,
me intereso por su geografía
cercana.
La conocida y la ignorada.
Cuál era el nombre de aquel monte.
¿Acaso ese río
se llamaba...?
Y tras la árida meseta,
llego a la gran metrópoli,
que me da su escaso recibimiento,
ese parco saludo
y el billete a tomar el tren de la soledad
acostumbrada.


Sabrás de mí por estos versos
que traen la construcción
de una alegría
que puede ser efímera como los castillos de arena
en la orilla del mar,
que puede ser continuada
como una obra que no ha de acabar.


Cuando vuelvo de Granada,
necesito un lápiz, una hoja de papel,
un libro
y no muchos motivos para pensar en ti,
porque vienes a mi mente
como el viento cálido de Mayo.




Latitud sur

El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso.  No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor.  El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad.  Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
Carta de San Pablo a los Corintios 13: 4-7


Como aves de paso
que se posaran de improviso
sobre la rama de un álamo,
en un viaje
hacia la latitud sur,
observamos
el paisaje
de una vega domesticada,
de un cortijo entre alamedas
que se parece a los de la campiña
sevillana,
mercaderes al templo
del negocio fabricado
de la celebración de bodas.


Usos y costumbres de la civilización granadina.
Misa en Santa Ana
con olor a otro tiempo.
Lavados de cara de jóvenes
conferenciantes
a la moral de siempre.
La carta de San Pablo a los Corintios
hablando de un amor
idealizado,
casi platónico.
Es bello creer que es posible,
construir un amor como ése.


Mediodía de domingo,
paseo cerca del río oliendo
el perfume de los tilos,
la lenta quietud de los plataneros.


Comprobar que esta cultura
apenas se mueve.
Que el manual de usos y costumbres
está bien engrasado,
y estas gentes viven
como si el tiempo se hubiera
detenido
y vienese marcado
por la lógica inamovible de los relojes de arena.


Personas que nos traen
recuerdos de la infancia.
Lugares en los que dejamos
algún fragmento de nuestra emoción.
La sola idea de que ya no se pertenece,
a una tierra que se afana
en su endogamia.





viernes, 13 de mayo de 2016

Nadie regala nada

Nadie regala nada,
dicen las mentes pensantes.
Pero esto ya lo sabíamos.
Lo que ocurre es que hay multitud de tipos de juegos: juegos de naipes
y juegos de espadas.
En los naipes,
cualquier resultado es posible y se asume
de buen grado. Es un juego de camaradas, y no reviste ninguna consecuencia
diferente al aprendizaje.
En el caso de las espadas, después del tiempo lúdico,
vienen las heridas, la sangre que brota,
la curación.
Aquí también se aprende pero es un aprendizaje doloroso,
que, en ocasiones, no es compatible
con la paciencia del escriba,
con la audacia del recién llegado,
con la ambición del advenedizo.

Ellos

Ellos,
se rebelan frente a las ordas invasoras
de la lectura,
se agrupan, se distinguen,
acusan con el dedo índice,
se ríen divertidos y asienten con la cabeza,
frente a tamaño crimen,
tamaña fechoría perpretada,
de aquellos idealistas
cuyas únicas armas arrojadizas son los libros.
Como delito mayor, aquéllos,
son inculpados
de comer en platos ajenos,
utilizar vajillas que no pertenecen
al catálogo de vajillas permitidas.
Ellos hablan de calendarios exigentes, de autoritarismo,
de escasez de preguntas y abundancia de
propuestas unívocas y asfixiantes.

También gustan
de practicar ese deporte tan patrio,
de ningunear, de dejar a los otros a la altura de
la zapatilla
pero
no hay problema
porque

Nosotros,
sonreímos, nos erguimos dignos
y valerosos,
sabemos quienes somos,
y si no,
lo sabremos,
reclamamos nuestra parte en el engranaje colectivo.
Proponemos y seguiremos proponiendo,
actividades destinadas a los niños y a las niñas,
fuente de agua calma donde bebe el futuro.

Nosotros,
los que somos inmunes al veneno
de las pequeñas serpientes,
tamaño culebra,
nos alzamos firmes,
por una canción que suene a un próspero
mañana.

miércoles, 11 de mayo de 2016

Pido la palabra

Pido la palabra
sin desatender la tuya,
para hablar sobre aquéllo que me conmueve.
Escucho tus razones sobre el tema,
tus explicaciones detalladas,
tu desarrollo con el que puedo estar más o menos de acuerdo,
y apenas te contradigo. Guardo silencio y pienso.
Hace tiempo que abandonamos el buen hábito de la conversación.
Es más. Ya ni nos vemos.
¿Sería tentar a los dioses del Olimpo, a su ira devastadora,
invocar al invierno de forma prematura,
pedirte algo que ahora no quieres hacer,
si te pido que nos veamos,
sin tiempo, sin condiciones,
sin relojes ni tableros de ajedrez?
Mirarnos frente a frente.
Desnudar el alma.
Tantas preguntas por hacerte.
Sé que no tengo derecho a nada pero...
¿Qué te frena?
Si se presenta el posible escenario:
¿Qué jugada defensiva anticipa este movimiento?
Alfil blanco a dama negra.
La dama negra es protegida por un peón.
Primero querer, segundo aprender, tercero esperar.


Pido la palabra,
sin desatender la tuya.
Seguiré construyendo armónicos senderos
que surquen
el árido desierto
y la fría noche que me aguarda,
no será tan gélida
pues mi corazón contendrá todos los motivos
y mi mente ´
asumirá el presente
para continuar la senda.
Hay niños que nos necesitan.









martes, 10 de mayo de 2016

Poema sin final.

»Die Stadt war so groß. Und Emil war so klein.
Und kein Mensch wollte wissen, warum er kein Geld
hatte und warum er nicht wusste, wo er aussteigen
sollte. Vier Millionen Menschen lebten in Berlin und
  keiner interessierte sich für Emil Tischbein.«

Erich Kästner. Emil und die Detektive

Este es un poema sin final
porque tampoco tiene un inicio.


Se puede amar a una persona o
a la imagen que de ella se tiene
proyectada sobre algún espejo conveniente
y en la sala
donde las figuras se deforman,
podemos verla
sin su tamaño preciso.


Nos aferramos a una idea
sobre aquél o aquella a quien creemos amar.
Buscamos, queremos encontrar,
pero no encontramos.


Si has de venir, vendrás, no importa cuándo
mas sólo camino
sin buscarte.


Tampoco importa
en qué estación he de bajarme,
o cuánto dinero haya en mi bolsillo porque
mi adoración por ti no tiene final
ya que tampoco tiene un inicio.











Debemos fluir

Debemos fluir como el agua del río,
doblarnos hacia los costados
como el junco que junto a la orilla por el viento,
permanece erguido.
En algunas búsquedas, no encontramos,
pero algo llega cuando dejamos de buscar,
cuando caminamos sin necesidad de atrapar,
cuando dejamos que las corrientes tranquilas
nos alcancen con su lenta y cotidiana calma.

lunes, 9 de mayo de 2016

Los padres de la patria

Los padres de la patria
dicen proteger a su pueblo,
cuando a quienes protegen es a ellos mismos.
Su ambición y su codicia no entienden de un límite.
El amo manda silencio,
promete paz como contrapartida.



Los padres de la patria
saludan militarmente,
celebran el día de la raza local,
desfilan con una barra debajo del brazo
junto con el diario
en el que se desinforman
sútilmente.


Los padres de la patria
se dan golpes de pecho,
se visten de nazareno en la Semana Santa,
son amigos del comisario del barrio,
ése que mantiene el orden
y le renueva los pasaportes
antes que a nadie.


Los padres de la patria
malvenden su pequeña isla,
en los burdeles
y el domingo
van a misa a rezar el padrenuestro.

Si mis palabras

En plena efervescencia
de la mente,
vorágine, laberinto
existencial,
uno se pone a componer
pequeños versos y, como siempre,
los ladrillos son las palabras.


Me pongo y requetepienso.


Si mis palabras
te juzgan,
te persiguen o te condenan,
si te confinan en un rincón oscuro de la estancia,
(en tal caso, condenables),
si no traen la luz del alba
o el claro atardecer
entre los álamos,
si no implican alegría...


Si mis palabras son sombra,
día gris y frío,
es porque han de serlo
y no de otra manera,
porque son fiel reflejo
de una estación del alma,
de un estado de ánimo,
casi siempre pasajero.


Si mis palabras
no construyen
ni edifican,
si dejaron atrás
la dulce melodía, la cortesía, y no templaron el acero
cotidiano,
entonces no valen de nada
porque
no son mejor que el silencio.


Si mis palabras
adornan
los instantes,
si hacen que la lluvia menuda
sea menos fría,
si construyen una fortaleza frente al tiempo,
tal vez sean ese regalo no pedido,
ese ofrenda no atendida,
pero serán algo mejor que nada.





Eine neue Arbeit

Eine neue Arbeit
ist immer ein gutes Ding.
Vielleicht,
könnte ich die nächste Donnerstag anfangen.
Der erster Tag ist immer ein Wilkommens Tag,
viele Grüße des Gratulationen,
Blumen, Lächeln, eine neue Kleidung, ein neuer Arbeitplatz.
Die klassische Frage: Wo ist der besser Weg nach Arbeit zu gehen?
Telefonieren, schreiben, warten den Bus, zu Hause ankommen.




Vorbei die Stadt, die Kälte und der Regen,
der
Gegenwart

beschützt uns (Du und Ich)
mit seinem warmem Umhang.




Obwohl manchmal, schmerze die Einsamkeit ob du bist nicht.




Während kommt unsere Moment oder nicht,
ich erinnere dich mit Silverworten und Stille aus Gold,
mit Sätzen der Hoffnung.





sábado, 7 de mayo de 2016

El aprendiz de ajedrez

"El ajedrez es demasiado complejo para ser definitivamente resuelto con cualquier tecnología que podamos concebir hoy¨ Kasparov


En la mañana nublada de este sábado de Mayo,
Aleksander,
el aprendiz de ajedrez se une a un grupo de
pequeños grandes
ajedrecistas en el mercado de San Fernando.


En el transcurso
de un pequeño campeonato, aprende de la práctica,
del análisis concreto de la partida,
de los movimientos acertados y erróneos.


Después de la cura de humildad,
la glorieta de Embajadores nos recibe
con su dulce abrazo
y con la lectura positiva
de los jaques cantados
y de las jugadas intentadas.


Primera toma de contacto
con este apasionante juego,
cobijo y morada de las tardes de lluvia.
Ya no duele el frío
pues ya tocamos el hielo previamente.
No quema la nieve de los relojes
y de sus pulsadores.


Nos despedimos a la francesa
de un torneo de aficionados
que nos sirvió para seguir mejorando.

jueves, 5 de mayo de 2016

Canción de un Jueves cualquiera

Hoy te traigo una canción de un Jueves cualquiera.


La lluvia se hace eterna.
Entonaremos los primeros acordes
bajo el torrente que cae del cielo.
Mas cuando arrecie,
seremos capaces de subir nuestras voces
y combatir la tristeza
con el alegre mensaje.
¿Cantaremos cuando la ciudad
sea toda llamas?
¿Afrontaremos el incendio
mientras Nerón toca su arpa?


Esta primera música que suena trae nostalgia de ti.
Es curioso.
La ceguera dura demasiado por no querer ver
lo que resulta claro,
porque fuíste en el sentimiento
como el doble filo de una navaja,
puntiaguda e hiriente. ´


De todas formas,
guardo un cierto recuerdo del azul de tu mirada,
de la dulzura de tu voz,
de tu libertad sin condiciones.


Hay un dolor que hace madurar.


Nada me asusta.


Los defectos que veo en otros, son los míos.


Te esperaré cuando la tarde se nos haga más tibia
y las aceras mojadas
reciban al indolente sol.









Extranjero en mi propia tierra.

Para ti, compañera


Comprendo
al que
no es de aquí pues
soy extranjero en mi propia tierra.


Si lo pienso, ¿de qué me sirve haber nacido en esta tierra
en términos prácticos?


¿Me aplauden en los trabajos?


¿Mi salud está garantizada
por el estado si no trabajo?


Es cierto que puedo vivir en cualquier lugar de este territorio
y de Europa,
y como el que no es de aquí,
sufro la crudeza del invierno,
la lluvia en la estación apropiada.
A la pobreza
se le asigna su cuota de peligrosidad,
y nadie es eximido en tal caso
por ser de una nacionalidad concreta.
Mis hijos no tienen derechos extra.
No tienen una tierra que labrar
ni un hogar que habitar.


Donde no soy extranjero
es en mi interior.
Allí tengo mi pequeño e innegociable paraíso.

miércoles, 4 de mayo de 2016

Certeza de tí

Certeza de ti.


Desconocía que el silencio diera para tanto.


Para estirarlo como una
cuerda infinita y flexible.


Pero ahora sé que no es necesario afanarse
en manipularlo
como si fuese un trozo de arcilla.


Nada más. Fluir y construir un verso y otro
y otro más. Me paro en el tercero.
Aprendo del oficio
del hacedor y tomo una pausa.


Vienes lentamente
a mi cabeza
y te sueño,
le pongo palabras a este momento,
calmo y
sin obsesión.


Ahora me planteo si todo esto que escribo
añade algo nuevo
a la argumentación.
Es decir, si tú recibes mi pensamiento
de buen grado
y cada uno, en nuestro pequeño rincón,
sonreímos
sin explicación.






Mr. Nosy

(Everyone can turn into Mr. Nosy, just take care!)


Mr. Nosy was a very haughty, arrogant and pretentious sir.
He pretended to be clever, almost in every single place.
He builded a very high tower to use his spyglass, his astrolabe, the telescope.
None of the mechanisms worked but one day he discovered one thing:
He had a heart inside of his chest.
The heart throbbed and he was touched.
Suddenly, he was writing beautiful poems.
His nose was still at his face and nobody was trying to say that Mr. Nosy was a very haughty, arrogant and pretentious sir.

Consecuencias

Podemos llamarles consecuencias,
agravios, pero no hay que quedarse en la anécdota.


Cada desenlace es una nueva oportunidad
para comenzar de forma diferente.


No hay conspiraciones.


No hay jugadas a escondidas.


Alles ist klar.


Amortiguar los golpes,
restarle importancia a lo que parece
un error fatal y permanente,
sin quitar la vista
de lo que acontece
en este último instante.


Orientar las velas,
y dejarnos llevar,
por el viento apacible
de este día de primavera.


¿Quieres navegar junto a mí?


No tienes que responder inmediatamente y caben muchas respuestas, faltaría más.

Los poetas no tienen derecho

Los poetas no tienen derecho
a que todos sus poemas gusten,
a que todos sus regalos sean entendidos,
a que todas sus misivas sean atendidas,
a que todas sus manipulaciones sean perdonadas,
a que todas sus preocupaciones sean captadas,
a que todo sus equilibrios inestables
construyan fragmentos de arte,
a que la persona amada,
destinataria del verbo y del nombre
que forja el verso en su significado,
acepte de buen grado
cada intento sonoro y casi musical.


Los poetas no tienen derecho
a invadir con sus ejércitos léxicos y semánticos,
a convencer a las gentes
con obras mínimas.


Los poetas tienen derecho
a crear
como si nadie los mirase,
como si nadie fuera nunca a leer
ni el más recóndito de sus puzles métricos.



lunes, 2 de mayo de 2016

Que la poesía nos traiga

Que la poesía nos traiga


un mundo nuevo aunque si


no lo construímos por nosotros mismos


no vendrá por sí solo.


Que la poesía nos traiga


el aroma de las flores


del azahar, del jazmín, del dulce tilo,


desde jardines urbanos


situados en rincones apartados


aunque sea invierno tras los muros.


Que la poesía nos traiga


sobre todo paz


porque es lo que necesitamos


para seguir caminando.

El cazador de palomas

A un niño que aprecio, amigo de mi hijo.


Érase una vez que se era, un pequeño cazador de palomas.
Con la pistola de su abuelo, apuntaba a dar
pero un buen día
de su cañón ya no salían vertiginosas balas
sino rosas de las más hermosas
y claveles preciosos,
diamantes brillantes y
terciopelo granate.
Las palomas contentas
aplaudían con sus alas
y
decidieron hacerse amigas del niño,
que cada tarde
las visitaba
en aquel rincón, bulevar del jardín
donde habitaban.


De tanto lo querían, se volvieron diligentes,
y abandonaron su pereza característica,


salieron del palomar que las cobijaba,


y se pusieron a reformar aquel espacio.


Para empezar fundaron una escuela,
seguido de la construcción de un huerto,
un jardín con columpios y árboles frutales,
una biblioteca popular y un callejón con árboles y bancos para sentarse
y dedicarse al zureo.











Una niña asomada a la ventana

A Bianca, niña vecina del barrio.

Como el que escucha llover tras los cristales


en un día cualquiera,
y anota de cada gota que cae sobre la acera,
su tamaño y su color,


así es la niña que asomada a la ventana
registra como juego infantil


quien camina junto a su casa
y saluda contenta al que conoce.


Ella retiene la identidad del viandante,
el sonido que desprende su paso.


Fotógrafa de instantes,
captura el momento.