Los lentos árboles solitarios
se mueven al compás del viento.
Los veo a través del cristal
Viajando en el vagón
al atravesar una zona de bosques
enrejados...
de los que me despido con la mirada.
Rumbo a una Tarde de enero.
Hay pocas cosas ciertas
pero yo abrazo esta certidumbre
de saberme vivo,
esta incertidumbre de
que todo es posible,
en la libre
alegría del presente.
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