Percepciones


Brilla el sol en la tarde de Febrero.
Tras las nubes,
deja su rostro dorado.

Vienen los versos,
de soslayo,
a hacerme compañía,

como antídoto contra el tiempo
en el que no estás,
como elixir contra
tu ausencia,
como aves que vuelan
libres
surcando
el cielo que compartimos
.
Miro hacia el interior.
Vastos campos se abren.
El ahora
me llama a concentrarme
en lo que puedo hacer y transformar.

Nada debo hacer que no sea construir.
Para el oficio de destruir hay
demasiados aprendices y yo soy alumno
de la escuela que edifica,
cultiva, colabora, hace crecer y prosperar.

Pero díme, por favor, cómo percibes
este cotidiano impulso,

pues estas palabras,
unidades de significado,
a las que acompaña el esfuerzo,
el afán y la superación,
no desean crear malestar,
ser estorbo y empujar,
crear
un camino de persecución.

Has de saber
que se ordenan
sobre el poema
para que las leas de arriba hacia abajo,
o de abajo hacia arriba.
También son fabricadas
para ser desleídas,
para ser saltadas de dos en dos,
de tres en tres
y ¿por qué no?

Para no ser leídas.











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