el verso libre
"yo voy soñando caminos"
Antonio Machado
El viento
forma remolinos
ante el paso solitario y cadencioso
del transeúnte.
En
el contacto del zapato con la acera,
se abre un nuevo poema,
donde el verso
se hace libre,
como
el vuelo irregular de algunas
aves que visitan,
por un instante,
árboles desnudos
y sedientos
de una primavera que se gesta.
En la ciudad,
la estación fría nos trae nítidas instantáneas de una carencia
que puede ser resuelta,
al abrigo de uno mismo
cuando el alma
el corazón calienta.
Mas la abundancia nos espera
tras la luz de un atardecer,
tras el libro que ávidamente releemos,
tras la receta no intentada,
tras la melodía no escuchada,
tras la nueva palabra no construída
y que va llegando.
como un vagón lento
que acarrea una pesada mercancía,
tras el verso libre,
que se yergue
ante cualquier tormenta.
Ser feliz
es un trabajo individual
pero, acompañado,
el mundo es más bello,
es más dichoso.
¿Me acompañas en esta travesía hacia el sueño?
¿Mirarás las estrellas del cielo
cuando mis ojos se posen sobre ellas?
Nada es tan importante,
como saber que, al menos,
puedes habitar en mi memoria,
como el verso libre
que cierra la estrofa.
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