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Mostrando entradas de febrero, 2016

Otros tiempos vendrán distintos a éstos

Otro tiempo vendrá distinto a éste. Ángel González Otros tiempos vendrán distintos a éstos. Son tiempos de cambio. Tiempos de transición de los que sentirme confiado y gozoso. El pasado es una tierra baldía que no da ninguna cosecha. Lo mejor vendrá cuando sea el momento justo. No antes. No después. Mientras tanto, no anhelemos demasiado, enfóquemonos en el instante y seamos selectivos con las batallas que emprendamos.

Alabanza de tí

A lo largo de estos años fueron muchas las alabanzas que escribí sobre tí pero ninguna puede ser tan valiosa como la que todavía no se ha hecho. Siempre hay palabras amables que te describen en tu inconmensurable grandeza, en tu tranquila belleza, en tu pureza, en tu veteranía, en tu entereza, en tu bondad sin límites, en la alabanza no descrita. Alabanza de tí, sin finalidad aparente. Tan sólo enumeración de virtudes que te hacen única y diferente.

29 de Febrero

Paso las páginas del almanaque y contemplo la del día de hoy: 29 de Febrero. La mañana , ya convertida en mediodía, se presenta luminosa en esta fecha mágica que, cada cuatro años, figura en el calendario, brillando con su singularidad. El mes se acaba y Marzo, repleto de certezas, viene caminando firme e implacable. Avanzo. Me despediré de los lugares donde a veces fuí feliz. Saludaré los nuevos espacios donde vivir. Abrazaré las cálidas horas que han de ser lo que deban ser, el tiempo nuevo que se va gestando.

Empezando desde cero

Empezando desde cero, sin pretender demasiado. Vivir sin miedo. Es lo acordado. ¿Qué más pedirle a la vida si nos sorprende a cada rato? Comenzaré por decir que extrañarte es algo que evitar no puedo. Dejaré fluir el sentimiento, la emoción, la hormona que salta y brinca impetuosa. Espero que valores con cierta perspectiva, este impulso que me mueve a escribir sobre los muros del silencio. Mas el silencio habla y nos comunica cosas con mayor claridad que cualquier discurso bien organizado. Me atreveré a pensar y a sacar conclusiones oportunas. ¿Me verás decir que tu luz es menos nítida que la de la luna? Lento viene, lento, el tiempo que no ha llegado. Te esperaré en el lugar donde los sueños no renuncian.

Me giro y te veo

Me giro y te veo. Vienes vistiendo la mejor de tus sonrisas. En tus ojos hay un resplandor de palabras no dichas, en los míos una sed que va cumpliendo años cada primavera. Las nieves del tiempo no desgastaron tus campos. Hay flores que brillan en tus praderas, huéspedes   de este invierno que se niega a ser. Acaricio tus rosas de terciopelo templado, en el jardín que ya no es ajeno. Descifro la clave última y un universo nuevo se va construyendo a cada paso.

Los poetas, las poetisas no necesitan

Los poetas, las poetisas  no necesitan de la aprobación ajena, de la aceptación de las masas.  Están al margen de la reprobación  de seres que se erigen en jueces supremos. Están al margen del ostracismo pues su abrigo está en sus propias palabras.

Sin renunciar a los sueños

Nunca renunciaremos ni al más recóndito de nuestros sueños, aunque la vida se convierta por momentos: En un jardín en el que crecen los rosales, y en cada rosa, se agranden las espinas, en un lugar donde se agresten los zarzales, y de cada matorral nazcan pequeñas hierbas venenosas. No suplicaremos a la luz del alba detenerse en su brillo, ni pretenderemos que la luna continúe en el mismo punto de su órbita durante toda la noche. Habrá momentos en que deberemos aparcar nuestros anhelos, pero ellos volverán intensamente a invitarnos a retomar el más recóndito de nuestro sueños, con la esperanza y la fé intactas.

Esta noche te traigo

Esta noche te traigo versos. Versos cálidos, versos que no luchan contra lo inmutable, versos que se enfocan sobre el momento presente, en que la música llena el silencio de estancias calladas, en la que la única voz es la de uno mismo. Versos para enfrentar la vida con perspectiva, dispuestos a seguir en la estrofa, levantando edificios de versos que dejen a un lado la desidia y el olvido. Te traigo un manojo de palabras, un racimo de deseos, que se conjuguen con la semilla del acto, que arranquen desde el manantial sonoro de la madrugada y se cuelen como un viento de primavera por la reja de tu ventana oficiando de mensajeros..  

Aprendiz del amor

Para un amigo cordobés, de uno que sigue siendo aprendiz de amor Como rito iniciático, como si fuera un recién llegado a la gran metrópoli, con su maleta recién estrenada, así es el aprendiz de amor. Dice saber del contacto físico de dos cuerpos, de la superficie que separa los amantes que están a punto de besarse y unirse en un abrazo, síntesis de todas los aromas frutales. Dice conocer el  ars erotica,  de las variantes de los ciclos de la luna, haber leído sobre Afrodita, pero bien sabe que su miedo a perder el control le supera. Su hermetismo es un instinto de conservación, aderezado con un leve cinismo, ligeros tonos de despotismo, un patriarca venerable, una contradicción viviente, una inseguridad manifiesta. Mas el amor, querido amigo, se aprende cuando uno se abre, y deja que los ejércitos de sentimientos se nos claven como dagas, y brote el corazón para dar sentido a todos los actos posteriores, consecuencias irrevocables de una apu...

Crónica de la lentitud

"La velocidad es la forma de éxtasis que la revolución técnica ha brindado al hombre." Milan Kundera Lentitud,  una forma alternativa de recorrer el camino.  ¿Por qué apresurarse?  Mejor será abrazar el ritmo cadencioso de la quietud.  El silencio de la estancia.  La música de las canciones de Brassens.  Lentitud, mostrada en el cielo de la noche  cuando se descubre, al otro lado de la ventana,  que la luna es una naranja redonda  que dulce y tranquila duerme  cubierta con un manto azabache.  También, por extensión, aparece en las aguas de un río, en el sutil movimiento de los juncos en  la ribera,  en el batir de las olas del mar contra las rocas, en el juego de los niños en un jardín florido de primavera,  en el encanto de la sobremesa  cuando uno se rodea de aquéllos a los que ama.  El tierno y lento amor  nos agrada y conforta. 

El dulce ritmo de la soledad

¿Quién dijo que la soledad era esa isla triste y gris rodeada de un mar oscuro de quebrantos, y en cuyo interior hay un vacío, un abismo? Si la soledad tiene un dulce ritmo cuando uno se encuentra después de haberse perdido varias veces. El maravilloso sabor de conocerse a uno mismo, de haberse a uno mismo aceptado, de sentirse acompañado por la tranquilidad de no aspirar más que a fluir en el río cotidiano . Vivamos en el planeta inmediato de la incertidumbre donde todo es posible y, las cosas vienen, sin esperarlas. Wir leben das süße Rhythmus der Einsamkeit

Balanza de reparto desigual

Cuando en la superficie, ignorando las corrientes submarinas, el amor es una balanza de reparto desigual, uno se plantea qué está haciendo al amar a una persona que ni siquiera da una señal. Podremos apelar al instinto que nos mueve, al subconsciente que nos gobierna, al impulso automático y eléctrico que nos conduce a enviar telegramas, mensajes en alfabetos nuevos y no inventados, cuando los consiguientes suspiros vienen como un invitado no esperado. En este tiempo de profundo cambios estructurales, existenciales, la única solución es continuar haciéndole frente a la realidad sin dejar atrás a los que amamos. Qué hacer. No hay una estrategia precisa pero si un plan meditado. Si la cosa funciona, y todo va tomando cuerpo, el verso va adaptándose a su forma, el poema nos acogerá en habitaciones cálidas donde las miradas no necesiten permiso para convertirse en casi eternas.

Miércoles, 17 de Febrero

Miércoles, 17 de Febrero. Querida mía: Esta carta es otro informe de nostalgia de tí. No hay bastantes palabras como para describir cuánto te extraño y qué pocas noticias he recibido en todo este tiempo. Creo que tú debes tener cumplidas referencias, de mis coordenadas vitales. Sin embargo, al otro lado de esta línea imaginaria que nos une parece haber un teléfono descolgado. Es ésta, otra misiva no demasiado urgente, que emerge desde los cimientos de la mañana, desde el sustrato de esta cultura antígua, dedicada al enaltecimiento de tu sola presencia. Mas primero, no olvidé enaltecer mi sola presencia, abrazarme mucho, recitarme tiernas palabras de amor propio, refugiarme en mi soledad sonora, y no por egoísmo, vanidad o narcisismo, sino porque lo encuentro fundamental, para seguir construyendo la geografía de mi ciudad cuasiordenada. Acepto el lugar del camino en el que te encuentras. Esta crónica de tu ausencia era necesaria. El dolor se dic...

No todo el monte es orégano

Orégano, palabra de origen griego " gr.  ὀρίγανον,   oríganon" y  significa «planta que alegra el monte» No todo el monte es orégano.  Hay otras plantas: tomillo, espliego, mejorana, romero, lavanda...  Hay un paisaje, un arroyo,  el canto de los pájaros que  habitan las ramas de las encinas.  Una piedra, un tocón (*),  un sendero,  una pasadizo  de álamos,  un cerro,  unas montañas  se yerguen  tras la sombra de un cedro.  Y en este microespacio  que se construye  tras la escasez del orégano, hay todo un aprendizaje  del entorno, un viaje  al interior de uno mismo,  un refugio sin horarios,  una fonda, un remanso de paz,  un sitio donde estar tranquilo.  (*) La palabra tocón en su segunda acepción: m. Parte del tronco de un árbol que queda unida a la raíz cuando lo talan. 

Las palabras justas

"Las palabras son como las hojas. Cuando abundan, poco fruto hay entre ellas." Alexander Pope, poeta inglés. Podría comenzar un discurso, un alegato, aprendiendo de los oradores, acudiendo a las fuentes donde habita la retórica. Ello no implica que me extienda, pues los que mejor exponen, sintetizan y resumen el contenido de su mensaje de forma magistral. De todas formas, prefiero escribir estos versos con las palabras justas, que descansan sobre la distancia certera, sobre el punto medio móvil de cualquier sistema cambiante. Verás, es bien sencillo. En el introito, diré que te extraño. En la narración, juntaré motivos para alabarte pero me reservaré la equidistancia, para no merodear demasiado por la ensoñación. En el nudo de la argumentación, y sin demasiados adornos, diré que a pesar de que asumo tu ausencia, y de que la vida propone cotidianas alegrías, sería hermoso estar junto a tí. En el desenlace, se abren puertas a la esperanza, reco...

Poema de amor

El amor no debería entender de días especiales catalogados para ese fín. Está presente en cada frase que se dirige a la persona amada, en cada pensamiento que evoca la belleza de los momentos compartidos, la profundidad de una mirada, el hueco que deja una ausencia, los motivos, las cartas enviadas, los adioses y las bienvenidas. En las jornadas comerciales, en las que la mercadotecnia vende corazones al peso, la sociedad administra sus gramos de afecto, sus cuotas de ternura. ¿En qué verso no debe verterse el corazón con fulgurante pasión, en qué estrofa no se resume una estudiada emoción, un sentimiento elaborado? El amor es siempre el motor que nos hace mover nuestras bielas y engranajes, nuestras poleas y resortes, una esperanza que nos conmueve, una ventana que se abre al instante siguiente e inmediato.

Ein poetisches Experiment

Ohne dich sind die Stunden grauen und mein Herz bleibt in meinem Erinnerung von dir. Das regen reinigt die Luft wie die Tränen reinigen die Augen. Obwohl das Leben geht weiter ohne dich, möchte ich nur deine schöne Lächeln zu sehen. Diese sind nicht neue Sätze weil das ist wie ich mich fühle. Ich werde diese kleine Gedichte für dich schreiben mit altmodischen Worten und aktuellen Wünschen.

Los días grises

Los días grises me enseñaron a apreciar la versatilidad de este color, en el que cualquier cosa que nos sucede se puede ver tras su filtro y ser considerada como habitual y corriente. En su transcurso, aprendí a caminar y a guarecerme de la lluvia, a mirar paisajes sin nombre, tras las montañas, a divisar castillos medievales cercanos a los bosques, donde quizás la vida continuaba con el movimiento mecánico de la manivela de un organillo. La verdad se cubría de colores difuminados, aunque transmitía su incandescente brillo. La luz medio apagada y las horas me animaban a seguir y a resistir los vientos que cambian las corrientes de mares abruptos y quebrados. Los días grises me mostraron a encontrar la paz en mi interior, a sanar el niño que en mí vive, y a no mendigar el consuelo a la puerta cerrada de las casas que no se abre. Los días grises me convirtieron en el gigante de los cuentos infantiles, el dragón, el guerrero y el duende. También m...

En la ciudad de plata

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Los álamos de plata se inclinan sobre el agua, ellos todo lo saben, pero nunca hablarán. "Del poema los álamos de plata", Federico García Lorca  En la mañana, el rocío  avisa  de que el nuevo día  ha llegado, y la ciudad de plata abre sus puertas. La fortaleza despliega sus portones.  El puente levadizo se desploma lentamente. En la tarde,  los árboles  brillan  y el cielo se llena  del color del amaranto. Cuando perece, la esmeralda  ha cubierto el tapiz  de oscuro.  En la noche, la luz argéntea de la luna reposa  sobre los muros gastados de calles  desnudas y, cerca del río, los álamos  susurran canciones antíguas  en su desolada soledad.  Sólo acompañados  por el dulce susurro del viento,  como viandante que portase un reloj sin manecillas, sin números, que no marcase las horas. 

el verso libre

"yo voy soñando caminos" Antonio Machado El viento  forma remolinos  ante el paso solitario y cadencioso  del transeúnte.  En el contacto del zapato con la acera,  se abre un nuevo poema, donde el verso  se hace libre, como el vuelo irregular de algunas  aves que visitan, por un instante,  árboles desnudos y sedientos  de una primavera que se gesta.  En la ciudad,  la estación fría nos trae nítidas instantáneas de una carencia que puede ser resuelta,  al abrigo de uno mismo cuando el alma  el corazón calienta. Mas la abundancia nos espera  tras la luz de un atardecer,  tras el libro que ávidamente releemos, tras la receta no intentada,  tras la melodía no escuchada, tras la nueva palabra no construída y que va llegando. como un vagón lento que acarrea una pesada mercancía, tras el verso libre,  que se yergue  ante cualquier tormenta. Ser feliz  es un ...

Canción del buenos días

Este buenos días que te traigo quiere ser un buen presagio para el que día sea pasarela de alegría, un canto libre y consciente, contra el tedio, el hastío y contra todo lo que conlleva el gris asfalto. En un deseo no debe quedar mi canción pues cada amanecer es un nuevo comienzo, un principio no estructurado, que debe alejarse de todo lo excesivo, de todo lo exagerado, de toda premisa hueca y vacía, como la que viene del que dice amar a su patria, y luego por la espalda la traiciona. Este buenos días que te traigo es sendero cotidiano, es arroyo claro, es paisaje urbano, es bosque frondoso, es un manantial claro en un lugar donde abundan los edificios grises, los bulevares y los automóviles. Este buenos días es sólo un buenos días y quizás no lo sea tanto. Hay grandeza en tu interior. Que los vientos te sean propicios.

Aclaraciones

Los encuentros en la vida  no son casuales.  Cada persona que comparte con nosotros  un fragmento de su tiempo, nos deja algo suyo.  Hay los que nos traen aclaraciones.  Sin ser conscientes,  orientan nuestro mundo, hacen que resolvamos cuestiones anteriores irresueltas. Proponen la reflexión  y surgen los cambios. Nos animan a mirar los asuntos,  desde otra perspectiva, y, a veces, rechazamos sus tesis,  en un primer momento,  por puro desconocimiento  o por pura consciente omisión  de la existencia de una determinada  realidad.   Nos miramos hacia adentro,  con ojos amables y benévolos y vemos  todo lo bello, todo lo mejorable.  Por tanto,  entre las múltiples aclaraciones,  de las múltiples variantes,  de los múltiples asuntos,  sabremos distinguir  el significado de una mirada  que sonríe y calla ...

Retrospectiva

El globo se escapa. El niño llora. La madre lo consuela. El niño sólo piensa en su globo. Pequeña pérdida, con el consiguiente duelo. El niño se aferra a su alegría de plástico y de helio. No hay más globos, dice su madre. Regresan a casa. Todo es tristeza. El niño patalea. Se enfada y no obedece. La madre le aprieta la mano y le dice que hablarán en casa. Llegan al cuarto que los dos habitan, en casa de su abuela. La madre le regaña. El cuarto está a oscuras. El globo. Hablar. Silencio y oscuridad.

amar sin oprimir

A quien adoramos no debemos hacerle sentir que nuestro amor es una correa apretada, como un pájaro que sobrevolara el espacio que habita aquél o aquélla que aparece, unas veces de manera constante, otras de manera intermitente en nuestro pensamiento. Amar sin oprimir y dando lo mejor de uno, sin pedir nada. Aceptar cuando el mejor regalo que nos piden, sea regalar ausencia.

No todo es poesía

«Todo era igual antes del poema». Ángel Crespo, Aforismos, Huerga y Fierro, 1996. No todo es poesía. Aquéllo que se percibe, aquéllo que surge de la nada, aquéllo que se piensa, cada idea que se construye no tiene por qué fluir como si fuera un verso. Dos líneas juntas no siempre desembocan en poesía, aunque puedan ser las semillas que hagan florecer la figura sin pretensión, la luz, el ángulo y la imagen encuadrada en el marco de su contexto. No todo es poesía. De poco vale invocar al corazón. Porque aunque sea el órgano del que la sangre brota, el que nos hacer sentir que estamos vivos, y, cuyo pálpito, nos hace atesorar la cálida emoción, nos adherimos al proceso creativo, con una mentalidad puramente racional. No todo es poesía. En ese instante y en forma estrófica, tras la que hacemos descansar el pequeño edificio de palabras, intentamos, una vez más, hablar de nuestros temas más comunes, sin adornos excesivos, ni acrobacias en los...

Percepciones

Brilla el sol en la tarde de Febrero. Tras las nubes, deja su rostro dorado. Vienen los versos, de soslayo, a hacerme compañía, como antídoto contra el tiempo en el que no estás, como elixir contra tu ausencia, como aves que vuelan libres surcando el cielo que compartimos . Miro hacia el interior. Vastos campos se abren. El ahora me llama a concentrarme en lo que puedo hacer y transformar. Nada debo hacer que no sea construir. Para el oficio de destruir hay demasiados aprendices y yo soy alumno de la escuela que edifica, cultiva, colabora, hace crecer y prosperar. Pero díme, por favor, cómo percibes este cotidiano impulso, pues estas palabras, unidades de significado, a las que acompaña el esfuerzo, el afán y la superación, no desean crear malestar, ser estorbo y empujar, crear un camino de persecución. Has de saber que se ordenan sobre el poema para que las leas de arriba hacia abajo, o de abajo hacia arriba. También son fabricadas para ...