Antes de dormir
En este instante antes de dormir,
me digo:
Ya los ojos caen como si fuesen persianas
en tarde de caluroso julio y
los párpados pesados se hunden
como piedras en un estanque.
Ya no acierto a mirar recto al teclado
ni a la pantalla
desde la que se suceden los versos.
En esta escalinata improvisada,
colocada en los arrabales distantes
de la noche,
te digo que
además de sentirme agradecido
por la abundancia de amor
que me rodea,
quisiera
compartir este afecto contigo.
Pues bien conoces
las calles de mi barrio,
las luces y las sombras
que las pueblan.
Así como también sabes
cuánto daría por ti,
¡oh, maravilla de las maravillas!
Daría lo visible, lo invisible,
lo contable, lo incontable.
me digo:
Ya los ojos caen como si fuesen persianas
en tarde de caluroso julio y
los párpados pesados se hunden
como piedras en un estanque.
Ya no acierto a mirar recto al teclado
ni a la pantalla
desde la que se suceden los versos.
En esta escalinata improvisada,
colocada en los arrabales distantes
de la noche,
te digo que
además de sentirme agradecido
por la abundancia de amor
que me rodea,
quisiera
compartir este afecto contigo.
Pues bien conoces
las calles de mi barrio,
las luces y las sombras
que las pueblan.
Así como también sabes
cuánto daría por ti,
¡oh, maravilla de las maravillas!
Daría lo visible, lo invisible,
lo contable, lo incontable.
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