Cartas a Josefine (y III)

Querida Josefine:

La vida es más sencilla desde que lo acepto,

desde que me acepto.

Ya no tengo que demostrar nada,

ya no tengo que salir en defensa propia

o ajena.

Estos versos que te escribo nacen

desde la calma.

Este amor pausado, profundo y

meditado

combina con los colores

de este otoño de hojas secas

junto a los bancos.

Se mantiene firme a cada día,

es un guiso a fuego lento,

una llamada que no es urgente.

Hay una cierta paz a mi alrededor

pues

sabemos

que en este otoño, preludio del invierno,

el amor vence ante las contrariedades.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Libre

Cuando apenas me encuentro inspirado

Ya inventamos un idioma