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Mostrando entradas de octubre, 2015

Bailemos otra vez

Bailemos otra vez Sé que voy a esperarte pacientemente, contra toda prisa, contra todo pronóstico. Cuando la música de las noches solitarias suene con su asimétrica armonía, bailemos otra vez, juntos, separados, distantes, abrazados, unidos como si fuéramos un solo ser, contra la desesperanza, contra la tristeza, contra el tiempo que nos mantiene en compartimentos diferentes. Bailemos por el simple hecho de bailar, de conectarnos en la danza simbólica de notas que vuelan y convierten el aire en el fueguito vertiginoso que nos alumbra

Uno comprende

Salgo del edificio rumbo al supermercado en luminoso dia de otoño y una imagen me sobreviene: Un hombre con ropa deportiva lleva en brazos a un bebé de un año más o menos. La sintonía entre ambos es total y uno comprende en qué consisten los mecanismos del afecto ajeno. Ese vínculo que se establece, piel con piel, alma con alma, enlazadas, se vuelve insustituible, se vuelve innegociable, y entonces uno sonríe al comprobar qué hermoso es ese amor, uno coloca el gesto serio al darse cuenta de cómo su pérdida o extravío nos puede sacar de quicio y de repente aparece la palabra hermano, la palabra piedad.

Sin prisa pero sin pausa

Sin prisa pero sin pausa... Verás, hoy hay noche de luz naranja y sobre el escritorio un papel en el que apunto todos los lugares a los que quisiera ir contigo. Me sobrevienen, de pronto, unas ganas locas de invitarte a los sitios, de contarte y que me cuentes si te gustaría este o aquel lugar, de pedir pronto que te envíen un ramo de flores, una postal en la que venga escrita una misiva: "Necesito verte. Esta vida se me hace eterna sin ti." Y sí. Tendré que inventar cauces nuevos por las que el río de mis más recónditas verdades se funda con tu río de limpias certezas.

Volveré al arbol

Una hoja casi verde, casi seca, es arrancada de un árbol, y ya casi verde, casi seca, sólo cambiará cuando se descomponga. Volveré al árbol otoñal cuando sea el invierno. De día ramas desnudas, apreciaré la anatomía vegetal, la autenticidad de la ausencia de máscaras, el frio despertar de los amaneceres donde el rocio y la nieve realizan su lento trabajo, ofician de embajadores. Volveré al árbol cuando sea la primavera y las calles castigadas reciban a las flores, y en los jardines urbanos crezcan rosas que el viandante corta para ofrecer como obsequio, souvenir de viajes no iniciados. El árbol se habrá vestido de hojas verdes y su manto y su sombra cobijarán a los paseantes. Volveré al árbol cuando sea verano y la ciudad sea un desierto de dudas y certezas, un propósito de enmienda mal calculado. Volveré al árbol al siguiente otoño y su dulce decadencia me abrigará con su desencanto

Los frutos de los días

Cada día recogemos el fruto maduro del árbol. Cada árbol, cada fruto nos ofrecen un color, un aroma, un sabor distintos. Cada día, cada árbol, cada fruto, cada color, cada aroma, cada sabor, son únicos e independientes y forman un casi-todo de nuestro casi-mundo de experiencias y aprendizajes. Son los frutos de los días y cada árbol posee un nombre propio.

En cada palabra que no digo

[Sin poemas. A partir de hoy, voy a amarte con silencios, provocando con ausencias e inventando distancias; (...) Mario Benedetti] En cada palabra que no digo, en cada silencio programado, en cada instante que se nos viene no calculado, hay un algo inconfundible que me lleva a ti. Por eso, no desisto de esta empresa, aunque haya que repensar el método de la difusión del mensaje. Es posible que el poema doblado, introducido en una botella, tirado al mar, vaya a dar con la arena de la orilla de tu isla.

Cartas a Josefine (y III)

Querida Josefine: La vida es más sencilla desde que lo acepto, desde que me acepto. Ya no tengo que demostrar nada, ya no tengo que salir en defensa propia o ajena. Estos versos que te escribo nacen desde la calma. Este amor pausado, profundo y meditado combina con los colores de este otoño de hojas secas junto a los bancos. Se mantiene firme a cada día, es un guiso a fuego lento, una llamada que no es urgente. Hay una cierta paz a mi alrededor pues sabemos que en este otoño, preludio del invierno, el amor vence ante las contrariedades.

Cartas a Josefine (y II)

[Briefe an Josefine (II)] Liebe Josefine: Der Garten ist ruhig. Die Kinder spielen und heute, als gestern, deine Lächeln ist wunderbar. Ich möchte nicht zu Hause kommen. Ich will in dem Park mit dir bleiben bis die Nacht ohne Sterne komme. Jetzt, hat das Futur gekommen. Das Ende von einem Weg ist nicht das Ende. Es ist ein Beginn wo deinen Augen scheinen. Wir sind ein Fluss zwischen den Baumen, ein kleines Schloss neben den Blumen.

Arquitecturas distantes

Podemos si quieres hacer este ejercicio. ¿Qué tal si nuestras arquitecturas distantes se unen libremente y construyen con el paso de las horas, a tiempo y a destiempo el edificio alegre del amor silencioso?

Cartas a Josefine

Montag, 26. Oktober 2015 Liebe Josefine: Der erster Tag der Woche ist regnerisch und gibt es tägliche Schönheit in diesem Landschaft von grauen Straßen und so viele Menschen. Vielleicht kann ich nicht dir helfen aber.. kam ich zu diesem Platz dir suchen. Ich klopfte an die Tür. Es war geschlossen. Ich könnte es später versuchen. Leben ist ein Reise und mein Geschenk ist deine Freude.

El hoy tiene sus rincones

En lugares perdidos contra toda esperanza te buscaba.                En ciudades sin nombre por rincones de ayer te busqué.                En horas miserables entre la sombra amarga te buscaba.                Y cuando el desaliento me pedía volver te encontré. José Agustín Goytisolo (Por rincones de ayer) A J.A.G. El hoy tiene sus rincones, dispone sus enigmas, como un mapa abierto por un buscador de tesoros. El ayer quedó atrás, y tan sólo la nebulosa del recuerdo lo mantiene algo vigente, trayéndonos la crónica de días en los que fuimos casi felices. Pero no debemos aspirar a ese estado de emociones a medias. La plenitud nos aguarda tras los muros construídos en torno a nuestra mente, tras las cadenas que nos agarran gracias a la moral caduca. Seremos tan libres como deseemos ser. El hoy tiene sus rincones, y las fábric...

Crónica del tiempo presente

El tiempo presente se va abriendo camino a cada instante. No necesita ser recordado y tampoco anticipado. Es ahora y su vigencia es máxima. El relato es en directo. La alegría, la tristeza, la melancolía o el olvido se narran con el verbo inmediato. El tiempo presente nos informa de dónde estamos, qué ideas nos rondan, qué palabras queremos decir y las organizamos. El tiempo presente puede ser inventado. Podemos construir la senda, abrir la puerta, y rescatar los sueños aplazados.

Crónica de un Jueves 22 de Octubre

En el almanaque se puede leer Jueves, 22 de Octubre. Madrid y este otoño de presagios continúan su paso como el tren imparable que no se detiene apenas en ninguna estación. Leyendo a Doctor Zhivago en el tranvía rumbo al trabajo. Ya hemos pasado por el triunfo de la Revolución. Por la ventana se divisan explanadas de tierra árida, seca, retazos de una artificiosa civilización. Tierra entre dos mesetas. Fábricas, polígonos industriales, acero, tela metálica y hormigón. Flores de muchos mundos. Paisaje devastador. En el andén, junto a la oficina, una bandada de gorriones levanta el vuelo rumbo a un lugar algo mejor donde se escuche el silbido del aire, el ruído de las persianas al ser bajadas, la algarabía de los niños, la risa de las mujeres, el lento vals de la tarde, el eco de tu voz.

Lógica de una noche como ésta

Lógica de una noche como ésta Conjuntos de realidades que se asoman de repente Un mundo nuevo que se abre El calendario lo marca No hay preocupación que valga Ocuparse es prioritario Hay mucho trabajo que hacer Bienvenidos sean los cambios del tiempo venidero Bienvenidos los instantes que aparecen, el soplo del aire fresco en la madrugada abierta, la construcción que contenga todos los nombres propios que forman parte de nuestro pequeño cosmos. Lógica de una noche como ésta Por supuesto, están todas las razones que me llevan a ti Los deseos y las decisiones que toman forma Tu dulce recuerdo La palabra futuro

Libre

Mira mis manos. Ya no portan anillos. Ya mi mente se liberó de las cadenas de los prejuicios de la moral dominante. Ahora soy yo el que decide cambiar. Cinco años de invierno y un verano que surge. Liberarme de inercias desgastantes, abrir nuevos espacios, y caminar rumbo hacia aquello que deseo, sin descuidar y sin dejar de cultivar, a los pequeños y maravillosos tesoros que tengo por los cuales me siento agradecido.

Cada día tengo más claro

Cada día tengo más claro, que cada paso me acerca un poco más a ti, que cada verso es un pequeño escalón que subo, que cada acto por mínimo que sea, que cada alabanza o elogio, es una ofrenda que te entrego. Cada día tengo más claro, que habrá una fecha marcada en el almanaque, con algún color llamativo, en que palabra y acto puedan darse la mano y le pueda dedicar alguna estrofa a tu sonrisa, sin papel ni letra, palabras dichas. Cada día tengo más claro, y hasta las dudas que albergo, lo reafirman, que este es el camino y ahora nadie nos detendrá.

Vientos de cambio.

Abrazo los vientos que traen cambios. Los que agitan las ramas y forman remolinos con las hojas secas en el suelo. Los que construyen caminos en la tarde. Los que revisan el surco del sendero nuevo. Abrazo los vientos que traen cambios. El árbol fue semilla antes de ser árbol. La mariposa fue gusano antes de ser mariposa. La nube fue agua, fue aire, fue nube. Todo lleva su tiempo. Aceptar el proceso. Confiar en la transformación. Abrazo los vientos que traen cambios. Los vientos que nos envuelven como si fueran un cálido abrigo, en esta tarde de octubre, brilla el sol y pienso en ti.

Preguntas

¿Qué será de nosotros después del beso? ¿Qué eternidad nos cubrirá con su cálido manto? ¿Qué certezas respaldarán el futuro y los días venideros? ¿Para qué tantas preguntas si vivir es presente y no un plan programado?

Gentil recuerdo de tí

Recordar (del latín, recordare, volver a pasar por el corazón) Gentil recuerdo de ti, del tiempo en que podía verte, en el que tu sonrisa le regalaba su brillo a la tarde con el único pero de no poder tenerte entre mis brazos. Gentil recuerdo de ti. Esta época, desde que no estás, es más veraz, es más auténtica. Porque sabiendo quiénes somos, cuál es nuestro alcance, no nos vendemos simulacros. Gentil recuerdo de ti. Mientras Eros y Afrodita trabajan a deshoras.

Madrugada

Madrugada en la ciudad. Ruídos de motores cubren el asfalto. El día fue tranquilo, lejos del sonido de los vehículos y del tráfico. Uno se contenta al ver a los niños crecer en paz y en pequeñas islas de moderada armonía. Sin embargo, las factorías del corazón siguen trabajando a sus horas y a deshoras. Los resortes del amor siguen subiendo y bajando, las poleas y las palancas del deseo siguen celebrando esa certeza de saber que eres. Madrugada en la ciudad. Aunque pasen centenares de madrugadas más sin saber de ti, te seguiré esperando.

Dulce nostalgia

Dulce nostalgia de ti, de tus muchos significados. Dulce nostalgia de todo lo que no hemos vivido, de tu sonrisa que construye en la tarde alegres notas musicales. Dulce nostalgia de tu voz firme, de tu caminar rotundo. Dulce nostalgia y dulce deseo. Poética no invasora. Llegará nuestro momento.

Eine kurze Gedicht

Ich fühle mich so allein in diese dunkle Nacht. Du bist der möglicher Traum, du bist einer sonniger Morgen in der Gefilde. Die blumen sagen ,,Hallo'' wann sie dir sehen gehen an, und der Fluss zu dir lauft mit einem frohe lächeln. Die Straßen repetieren deinen Name, das Leben ist so kurz, du bist weit, aber meine Herz bleibt mit dir für immer.

Crónica de lo que dicen que soy

Dicen que soy frívolo, terco, malhumorado, dicen que como niños, que mi reputación empeora por momentos. Pero yo les digo que vivimos en el mundo de la imagen, del tecnicolor programado. Que no tengo que demostrar nada a nadie, que he de mejorar, claro que sí, pero que me quiero de veras.

Crónica de las cosas simples

Las cosas simples que a diario cultivamos. La lectura, la cocina, la hora del café, la larga conversación, el abrazo tierno, la gimnasia del cuerpo, la gimnasia del espíritu y del alma, el paseo, la alquimia de las letras que junto a mínima artesanía, construyen de las vivencias, los versos. Las cosas simples que a diario cultivamos. La risa de los niños, sus juegos, sus historias, su puzzle de afectos. Lo que está presente en nuestra memoria. El rostro que nos cautiva, la sonrisa que nos emociona, ¿habrá algo más bello que verte sonreir?

Crónica de un elogio

De todas las palabras que te elogian por sí mismas me quedaré con las más simples. Puedo escribir: Rosa, belleza, maravilla, inteligencia, dulzura. Y no bastarían pero son suficientes para describir mínimamente tu significado.

Canción de la medianoche

La medianoche se abre paso entre tímidas palabras y recurro a la poesía como refugio. Creo adorarte, entre versos, pensamientos e ideas que, en mí, se mantienen. Sin embargo, hago balance. Pienso que dediqué mucho tiempo a construir un puente entre tú y yo, a fundar un recuerdo. El puente fue construido. El recuerdo fue fundado. A pesar de todo. ¡Qué vacío y triste me siento cuando pienso en ti! ¡Qué pocas veces recorriste este puente! ¡Qué pocas veces fundaste algún recuerdo! Quizás es pronto para decirlo, quizás el tiempo nos dirá. Ahora sólo puedo pensar en lo inmediato, en el más acá inminente.

La historia del sabio profesor y del joven soldado

Hubo una vez un sabio profesor que conoció a un joven soldado. El sabio tenía la ciencia de su lado, la mesura, la medida, la disciplina interior. El joven poseía la alegría, las ganas, la pasión, la lucha sin cuartel y a deshoras. Ambos discutían, ambos conversaban, algo les unía, a pesar de las trincheras invisibles que se construyen cuando la comunicación se quiebra. Aunque tuvieran la misma opinión, nunca estarían de acuerdo, y es que una fuerza misteriosa, les empujaba a ser antagonistas, a colocarse en bandos contrarios. El sabio todo lo malinterpretaba, veía enemigos en los intentos de acercamiento. El joven en su bondad tendía su mano. Conocía el tamaño de su rencor. Pese a todo, el sabio enseñó con su silencio, y sin muchas palabras, cuál era el motivo de su discrepancia. Y el joven empezó a comprenderlo. Sabía ser justo, pero con él perfeccionó la técnica. Reconoció sus actos de arrogancia, su profunda ceguera, su sinrazón. Enumeró razones que le impe...

Crónica de un domingo gris

(...) las montañas, los valles solitarios nemorosos, las ínsulas extrañas, los ríos sonorosos, el silbo de los aires amorosos, la noche sosegada en par de los levantes de la aurora, la música callada, la soledad sonora (...) Cántico, San Juan de la Cruz En este domingo otoñal de presagios, amanecí desolado. Por la ventana, se percibía un día gris pero, por dentro, había tormenta. Y llovió a cántaros durante un rato. Menos mal que los niños decoran con su alegría los paisajes más oscuros. A estas alturas del día, recobré algo del ánimo. La gimnasia diaria ayuda a levantar la moral. En tiempos pasados, aprendimos a cantar en la lluvia, a bailar si era necesario, vivimos tiempos donde la dificultad era la cuestión cotidiana. Por eso, frente al desaliento, habrá un combate constructivo. Frente a la desolación, buscaremos razones para estar contentos. Frente al silencio, no lo veremos como algo malo, entenderemos las ...

Crónicas de la noche

En la noche, rescato momentos para escribir unos versos que hablen de tí. Ya sé. No lo has pedido, y debería intentar antes comprender tu mundo. Antes de darle rienda suelta a las emociones que se agolpan, al sentimiento que traspasa los umbrales del corazón. En la noche, descifro tus señales, la escasa información que últimamente de tí tengo. Verás. Es bien sencillo. Y es que llegué a la conclusión de que contigo, aunque ahora no puedas estar, mi mundo tiene un brillo especial.

Crónica de una creencia

Creo estar bien, pero quizás sólo es una creencia. Lo importante es mantener el equilibrio. Funambulista sobre el cable metálico de la existencia. Caer es posible, es lo pactado. ... El tiempo nos ha visto caer de múltiples maneras. Pero levantarse es necesario. Hacer poesía gris, o con color, en esta segunda primavera.

Crónica de una nostalgia

Esta noche no vine a cuestionar todo tu mundo. Tan sólo vine a presentar un informe de nostalgia de ti. Cada día, hay señales que me hacen referencia a algo tuyo. Un nombre escrito en la pared, una noticia leída en un periódico, un cartel que anuncia un espectáculo, el amanecer en ciudades de países no tan lejanos. Una receta de cocina, una canción que escucho, un poema que leo, que repercute en mi vivencia. Cada nostalgia se alimenta de la anterior nostalgia, creando una sub-nostalgia, y en esa cadena interminable con principio y sin fin, colecciono nostalgias y subnostalgias, que hablan de todas aquellas cosas que me evocan a ti. Pero ahí no queda todo. Saber que el mundo no se para, que la nostalgia es síntoma de la memoria, del deseo de estar contigo, de respirar el mismo aire que tú, de beber el mismo agua, de probar el mismo vino. El mundo es amplio, pero llegaste tú, y, desde entonces, todo es distinto.

Crónicas del asfalto

Caminante sobre el asfalto, que detienes tus pasos  para respirar profundo.  Tantas historias que contar,  en verso, prosa o epístola.  Un discurso sobre  la lluvia,  el amor,  pequeñas impresiones fotográficas  de autobuses abarrotados,  lentos paraguas mal cerrados  en días de otoño,  que derivan  en fragmento.  Un trozo de papel en el que el viandante escribe:  "El amor es un viaje  que uno inicia  sin darse cuenta.  Se reconoce por crear  vínculos no escritos,  sintonías no anunciadas  por megafonía.  El amor no hace preguntas, ni interroga, crece y se extiende  como un ejército sin armas  que fuera bien recibido." El paseante  retoma la ruta por calles antíguas,  avenidas grises,  dispuesto a seguir construyendo y profundizando sus crónicas sobre el asfalto.