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Mostrando entradas de mayo, 2016

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Esos poemas anteriores

Esos poemas anteriores, que releo, ¿eran poemas? Estos poemas actuales, que leo, ¿son poemas? Aquellos poemas futuros, que no se han escrito, ¿serán poemas?

Respiro poesía

En la estación donde todo  florece, respiro poesía, inhalo los versos,  exhalo una estrofa,  y me siento  en un tocón  del camino a tararear una corta melodía.  La máquina de la imaginación que todo lo elabora,  fabrica incluso  un viaje hacia tí,  hacia la comprensión  de la apariencia de un estado de ánimo.  Imagen sobre el espejo.  Y viene el viento de la métrica libre a  hilvanar  historias mínimas.  Tan pequeñas  como la certeza de lo poco que sobre tí sé, en  mi claro desconocimiento: de tu atlas de geografía  humana,  en particular; de la vida y de las cosas, en general. 

Me pongo en tu lugar

Querida compañera, querida amiga y cómplice: Me pongo en tu lugar. Ya analicé en demasía las consecuencias lógicas del truco de maga que hiciste al desaparecer. Revisé punto por punto, coma por coma, espacio por espacio, la estrategia que subyace detrás de tu retirada. Es fácil comprender el daño que hacen las habladurías de la gente, las insinuaciones de los hombres del pueblo, de las mujeres que todavía te envidian. Es fácil asumir el dolor de otra madre que como tú intenta que sus hijos crezcan sanos y felices. Me pongo en tu lugar, tal vez tarde, y comprendo que lo que desees sea vivir en paz, respirar el aroma del ocaso sin cadenas pero con la responsabilidad contraída por iniciativa propia. Todavía me cuesta creer que esta vida pagada en cómodos plazos, como una enciclopedia, sea la que deseas vivir. Pensé y todavía pienso, que como yo, eres un espíritu libre y consciente, constructor de futuros, simples y condicionales.

Le jour d'avant

Hoy te he recordado en el verso que se expande, como ola en la orilla del mar. Desde el muelle del puerto, mis barcos zarparon esta tarde en una travesía entre dos continentes separados por una avenida. ¿Cómo hacerte saber que eres bienvenida, que eres celebrada como fiesta de la primavera, reunión de todas las flores, las arpas, los poetas, las gentes de estos lares que habitan las calles antíguas de barrios desgastados? Ya sé que esto no es un reencuentro, te me apareces como salida de un sueño, en el que tú fueses la protagonista, abriéndote paso entre las mareas, las corrientes marinas. Hoy he recuperado la imagen de tu rostro, la mirada que esconde una lágrima anterior. Hielo. No hay saludo. Lo implícito, lo acordado, el acuerdo establecido. Le jour d'avant, el día anterior, el día ausente, el tiempo presente que vamos construyendo. Hoy te he recobrado en lo que eres, en lo que fuíste. El tiempo que vendrá, des...

Querido antagonista

Querido antagonista: No fuímos bien recibidos en el palacio de la mañana. Tampoco esperábamos serlo. Ni ser aclamados, ni ser aplaudidos, no esperábamos nada pero vino con sus ejércitos y cargó con todo. De resultas de la batalla, tras las espaldas que se muestran vulnerables, alguna daga pretérita nos alcanzó pero ya poco importa. Nos rehacemos de los resquicios de una herida. Hemos aprendido de este tiempo clarificador, de los engranajes que mueven las aspas del alto molino, del atrevernos a pensar en que nada es lo que parece, y que el mundo feliz que se dice a sí mismo, es un artefacto que se construye a diario. Del apego que se le tiene al motivo que le trajo hasta aquí, del amor que mantengo en movimiento y que lleva un paso lento e imparable. Tan sólo necesita ser correspondido. Como proyecto, está bien. Será mejor caminar con una sistemática duda.

Los itinerarios de un agravio

Apenas sé por qué la historia vigila como centinela inexpugnable los itinerarios de un agravio. Apenas sé por qué la moral señala con el dedo índice extendido y es siempre más sencillo para resolver un caso buscar a un culpable. Es todo un ejercicio de síntesis. Es preferible limpiar la conciencia a limpiar la casa. E inventar alguna mentira útil, de esas, que sirva para dar una lección al atrevido, un castigo ejemplar al osado y de paso construir la ventaja, tan necesaria, del señor pequeño que para sentirse cómodo, se coloca alzas en los zapatos. Los itinerarios de un agravio no vienen en un mapa de esos que se encuentran en las bibliotecas, aunque en sus rincones existan nombres propios que traen el funesto recuerdo, el testimonio de alguna batalla. Al agraviado le acompañan algunos simpatizantes, camaradas que le dan la mano, le salen al paso, aplauden sus gestos, su castigo al poeta y se preguntan: ¿Qué se habrá creído? Y vocean al uníso...

La primavera construye

La primavera construye el dulce rocío de la mañana, los campos llenos de flores, el vuelo de los pájaros, su alegre canto; el relevo de un invierno que, agotado, se retira, a descansar y mejorar su oficio tras las paredes de su taller. También edifica el argénteo brillo del agua del río al atardecer, el dorado resplandor sobre los álamos, la esmeralda luz de la luna, y observa cómo Venus, paciente, palpita como estrella que fulgiera en el cielo. Ya aprendimos del discurso de la lluvia, nos conmovimos con la palabra no dicha por el otro, cuando nos despedimos en jardines por los que no hemos andado juntos todavía. La primavera compone el verso recursivo, la tibia tempestad de una tormenta de Mayo, el concierto del ruiseñor, del jilguero y del viento entre los árboles. La primavera construye una promesa, pero no debemos deslumbrarnos por todo lo que nos trae, ni caer en la confianza, ni en el autoengaño. Es sola una estación de paso por la que...

Malinterpréteme, por favor

Eclesiastés 3 - 7 "Tiempo de romper y tiempo de coser; tiempo de callar y, tiempo de hablar" Malinterpréteme, por favor. Saque de contexto mis versos, aglutine a sus ejércitos contra las murallas de mi escaso castillo. Utilice sus catapultas verbales, convoque la ira de los dioses, dispare y, si acierta, premio. Malintérpreteme, por favor. Pues yo haré que hago oídos sordos, y sólo sentiré tristeza de comprobar cómo otro ser humano más sufre en este valle de sombras, luces y claroscuros. Malinterprete mi amor, malinterprete mi incansable verbo, mi adjetivo desgastado, mi nombre resistente. Malinterprete el común de mis temas, la lógica interna de los tópicos, lo bucólico de este paisaje, malinterprete el sílex de la arena, el color verde de las hojas del naranjo, el metal del andamio. Malinterpréteme, por favor, y de la sola repetición de estas palabras una nueva poética se irá hilvanando.

Cuando vuelvo de Granada.

Cuando vuelvo de Granada, traigo en mi maleta la luz recóndita de sus calles, la tranquila forma de caminar de los viandantes, la despreocupada bondad de sus niños. En las plazas antíguas, se confirma que en los quioscos de flores, los hombres y las mujeres continúan comprando rosas rojas, de oloroso perfume, y los viajeros acarrean equipajes con los que entran por la puerta del hotel. En esta ciudad-escaparate-monumento, todos tienen prisa por tomar fotografías, dedicarle unos instantes al rumor del agua en las fuentes, a la lógica olvidada de los naranjos en flor, al jazmín que yace níveo en el muro. Cuando vuelvo de Granada, por la ventana del autobús, me intereso por su geografía cercana. La conocida y la ignorada. Cuál era el nombre de aquel monte. ¿Acaso ese río se llamaba...? Y tras la árida meseta, llego a la gran metrópoli, que me da su escaso recibimiento, ese parco saludo y el billete a tomar el tren de la soledad acostu...

Latitud sur

El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso.    No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor.     El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad.     Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. Carta de San Pablo a los Corintios 13: 4-7 Como aves de paso que se posaran de improviso sobre la rama de un álamo, en un viaje hacia la latitud sur, observamos el paisaje de una vega domesticada, de un cortijo entre alamedas que se parece a los de la campiña sevillana, mercaderes al templo del negocio fabricado de la celebración de bodas. Usos y costumbres de la civilización granadina. Misa en Santa Ana con olor a otro tiempo. Lavados de cara de jóvenes conferenciantes a la moral de siempre. La carta de San Pablo a los Corintios hablando de un amor idealizado, casi platónico. Es bello creer que es posible, constru...

Nadie regala nada

Nadie regala nada, dicen las mentes pensantes. Pero esto ya lo sabíamos. Lo que ocurre es que hay multitud de tipos de juegos: juegos de naipes y juegos de espadas. En los naipes, cualquier resultado es posible y se asume de buen grado. Es un juego de camaradas, y no reviste ninguna consecuencia diferente al aprendizaje. En el caso de las espadas, después del tiempo lúdico, vienen las heridas, la sangre que brota, la curación. Aquí también se aprende pero es un aprendizaje doloroso, que, en ocasiones, no es compatible con la paciencia del escriba, con la audacia del recién llegado, con la ambición del advenedizo.

Ellos

Ellos, se rebelan frente a las ordas invasoras de la lectura, se agrupan, se distinguen, acusan con el dedo índice, se ríen divertidos y asienten con la cabeza, frente a tamaño crimen, tamaña fechoría perpretada, de aquellos idealistas cuyas únicas armas arrojadizas son los libros. Como delito mayor, aquéllos, son inculpados de comer en platos ajenos, utilizar vajillas que no pertenecen al catálogo de vajillas permitidas. Ellos hablan de calendarios exigentes, de autoritarismo, de escasez de preguntas y abundancia de propuestas unívocas y asfixiantes. También gustan de practicar ese deporte tan patrio, de ningunear, de dejar a los otros a la altura de la zapatilla pero no hay problema porque Nosotros, sonreímos, nos erguimos dignos y valerosos, sabemos quienes somos, y si no, lo sabremos, reclamamos nuestra parte en el engranaje colectivo. Proponemos y seguiremos proponiendo, actividades destinadas a los niños y a las niñas, fuente de agua calma dond...

Pido la palabra

Pido la palabra sin desatender la tuya, para hablar sobre aquéllo que me conmueve. Escucho tus razones sobre el tema, tus explicaciones detalladas, tu desarrollo con el que puedo estar más o menos de acuerdo, y apenas te contradigo. Guardo silencio y pienso. Hace tiempo que abandonamos el buen hábito de la conversación. Es más. Ya ni nos vemos. ¿Sería tentar a los dioses del Olimpo, a su ira devastadora, invocar al invierno de forma prematura, pedirte algo que ahora no quieres hacer, si te pido que nos veamos, sin tiempo, sin condiciones, sin relojes ni tableros de ajedrez? Mirarnos frente a frente. Desnudar el alma. Tantas preguntas por hacerte. Sé que no tengo derecho a nada pero... ¿Qué te frena? Si se presenta el posible escenario: ¿Qué jugada defensiva anticipa este movimiento? Alfil blanco a dama negra. La dama negra es protegida por un peón. Primero querer, segundo aprender, tercero esperar. Pido la palabra, sin desatender la tuya. Segui...

Poema sin final.

»Die Stadt war so groß. Und Emil war so klein. Und kein Mensch wollte wissen, warum er kein Geld hatte und warum er nicht wusste, wo er aussteigen sollte. Vier Millionen Menschen lebten in Berlin und   keiner interessierte sich für Emil Tischbein.« Erich Kästner. Emil und die Detektive Este es un poema sin final porque tampoco tiene un inicio. Se puede amar a una persona o a la imagen que de ella se tiene proyectada sobre algún espejo conveniente y en la sala donde las figuras se deforman, podemos verla sin su tamaño preciso. Nos aferramos a una idea sobre aquél o aquella a quien creemos amar. Buscamos, queremos encontrar, pero no encontramos. Si has de venir, vendrás, no importa cuándo mas sólo camino sin buscarte. Tampoco importa en qué estación he de bajarme, o cuánto dinero haya en mi bolsillo porque mi adoración por ti no tiene final ya que tampoco tiene un inicio.

Debemos fluir

Debemos fluir como el agua del río, doblarnos hacia los costados como el junco que junto a la orilla por el viento, permanece erguido. En algunas búsquedas, no encontramos, pero algo llega cuando dejamos de buscar, cuando caminamos sin necesidad de atrapar, cuando dejamos que las corrientes tranquilas nos alcancen con su lenta y cotidiana calma.

Los padres de la patria

Los padres de la patria dicen proteger a su pueblo, cuando a quienes protegen es a ellos mismos. Su ambición y su codicia no entienden de un límite. El amo manda silencio, promete paz como contrapartida. Los padres de la patria saludan militarmente, celebran el día de la raza local, desfilan con una barra debajo del brazo junto con el diario en el que se desinforman sútilmente. Los padres de la patria se dan golpes de pecho, se visten de nazareno en la Semana Santa, son amigos del comisario del barrio, ése que mantiene el orden y le renueva los pasaportes antes que a nadie. Los padres de la patria malvenden su pequeña isla, en los burdeles y el domingo van a misa a rezar el padrenuestro.

Si mis palabras

En plena efervescencia de la mente, vorágine, laberinto existencial, uno se pone a componer pequeños versos y, como siempre, los ladrillos son las palabras. Me pongo y requetepienso. Si mis palabras te juzgan, te persiguen o te condenan, si te confinan en un rincón oscuro de la estancia, (en tal caso, condenables), si no traen la luz del alba o el claro atardecer entre los álamos, si no implican alegría... Si mis palabras son sombra, día gris y frío, es porque han de serlo y no de otra manera, porque son fiel reflejo de una estación del alma, de un estado de ánimo, casi siempre pasajero. Si mis palabras no construyen ni edifican, si dejaron atrás la dulce melodía, la cortesía, y no templaron el acero cotidiano, entonces no valen de nada porque no son mejor que el silencio. Si mis palabras adornan los instantes, si hacen que la lluvia menuda sea menos fría, si construyen una fortaleza frente al tiempo, tal vez sean ese regalo no pedido, ...

Eine neue Arbeit

Eine neue Arbeit ist immer ein gutes Ding. Vielleicht, könnte ich die nächste Donnerstag anfangen. Der erster Tag ist immer ein Wilkommens Tag, viele Grüße des Gratulationen, Blumen, Lächeln, eine neue Kleidung, ein neuer Arbeitplatz. Die klassische Frage: Wo ist der besser Weg nach Arbeit zu gehen? Telefonieren, schreiben, warten den Bus, zu Hause ankommen. Vorbei die Stadt, die Kälte und der Regen, der Gegenwart beschützt uns (Du und Ich) mit seinem warmem Umhang. Obwohl manchmal, schmerze die Einsamkeit ob du bist nicht. Während kommt unsere Moment oder nicht, ich erinnere dich mit Silverworten und Stille aus Gold, mit Sätzen der Hoffnung.

El aprendiz de ajedrez

"El ajedrez es demasiado complejo para ser definitivamente resuelto con cualquier tecnología que podamos concebir hoy¨ Kasparov En la mañana nublada de este sábado de Mayo, Aleksander, el aprendiz de ajedrez se une a un grupo de pequeños grandes ajedrecistas en el mercado de San Fernando. En el transcurso de un pequeño campeonato, aprende de la práctica, del análisis concreto de la partida, de los movimientos acertados y erróneos. Después de la cura de humildad, la glorieta de Embajadores nos recibe con su dulce abrazo y con la lectura positiva de los jaques cantados y de las jugadas intentadas. Primera toma de contacto con este apasionante juego, cobijo y morada de las tardes de lluvia. Ya no duele el frío pues ya tocamos el hielo previamente. No quema la nieve de los relojes y de sus pulsadores. Nos despedimos a la francesa de un torneo de aficionados que nos sirvió para seguir mejorando.

Canción de un Jueves cualquiera

Hoy te traigo una canción de un Jueves cualquiera. La lluvia se hace eterna. Entonaremos los primeros acordes bajo el torrente que cae del cielo. Mas cuando arrecie, seremos capaces de subir nuestras voces y combatir la tristeza con el alegre mensaje. ¿Cantaremos cuando la ciudad sea toda llamas? ¿Afrontaremos el incendio mientras Nerón toca su arpa? Esta primera música que suena trae nostalgia de ti. Es curioso. La ceguera dura demasiado por no querer ver lo que resulta claro, porque fuíste en el sentimiento como el doble filo de una navaja, puntiaguda e hiriente. ´ De todas formas, guardo un cierto recuerdo del azul de tu mirada, de la dulzura de tu voz, de tu libertad sin condiciones. Hay un dolor que hace madurar. Nada me asusta. Los defectos que veo en otros, son los míos. Te esperaré cuando la tarde se nos haga más tibia y las aceras mojadas reciban al indolente sol.

Extranjero en mi propia tierra.

Para ti, compañera Comprendo al que no es de aquí pues soy extranjero en mi propia tierra. Si lo pienso, ¿de qué me sirve haber nacido en esta tierra en términos prácticos? ¿Me aplauden en los trabajos? ¿Mi salud está garantizada por el estado si no trabajo? Es cierto que puedo vivir en cualquier lugar de este territorio y de Europa, y como el que no es de aquí, sufro la crudeza del invierno, la lluvia en la estación apropiada. A la pobreza se le asigna su cuota de peligrosidad, y nadie es eximido en tal caso por ser de una nacionalidad concreta. Mis hijos no tienen derechos extra. No tienen una tierra que labrar ni un hogar que habitar. Donde no soy extranjero es en mi interior. Allí tengo mi pequeño e innegociable paraíso.

Certeza de tí

Certeza de ti. Desconocía que el silencio diera para tanto. Para estirarlo como una cuerda infinita y flexible. Pero ahora sé que no es necesario afanarse en manipularlo como si fuese un trozo de arcilla. Nada más. Fluir y construir un verso y otro y otro más. Me paro en el tercero. Aprendo del oficio del hacedor y tomo una pausa. Vienes lentamente a mi cabeza y te sueño, le pongo palabras a este momento, calmo y sin obsesión. Ahora me planteo si todo esto que escribo añade algo nuevo a la argumentación. Es decir, si tú recibes mi pensamiento de buen grado y cada uno, en nuestro pequeño rincón, sonreímos sin explicación.

Mr. Nosy

(Everyone can turn into Mr. Nosy, just take care!) Mr. Nosy was a very haughty, arrogant and pretentious sir. He pretended to be clever, almost in every single place. He builded a very high tower to use his spyglass, his astrolabe, the telescope. None of the mechanisms worked but one day he discovered one thing: He had a heart inside of his chest. The heart throbbed and he was touched. Suddenly, he was writing beautiful poems. His nose was still at his face and nobody was trying to say that Mr. Nosy was a very haughty, arrogant and pretentious sir.

Consecuencias

Podemos llamarles consecuencias, agravios, pero no hay que quedarse en la anécdota. Cada desenlace es una nueva oportunidad para comenzar de forma diferente. No hay conspiraciones. No hay jugadas a escondidas. Alles ist klar. Amortiguar los golpes, restarle importancia a lo que parece un error fatal y permanente, sin quitar la vista de lo que acontece en este último instante. Orientar las velas, y dejarnos llevar, por el viento apacible de este día de primavera. ¿Quieres navegar junto a mí? No tienes que responder inmediatamente y caben muchas respuestas, faltaría más.

Los poetas no tienen derecho

Los poetas no tienen derecho a que todos sus poemas gusten, a que todos sus regalos sean entendidos, a que todas sus misivas sean atendidas, a que todas sus manipulaciones sean perdonadas, a que todas sus preocupaciones sean captadas, a que todo sus equilibrios inestables construyan fragmentos de arte, a que la persona amada, destinataria del verbo y del nombre que forja el verso en su significado, acepte de buen grado cada intento sonoro y casi musical. Los poetas no tienen derecho a invadir con sus ejércitos léxicos y semánticos, a convencer a las gentes con obras mínimas. Los poetas tienen derecho a crear como si nadie los mirase, como si nadie fuera nunca a leer ni el más recóndito de sus puzles métricos.

Que la poesía nos traiga

Que la poesía nos traiga un mundo nuevo aunque si no lo construímos por nosotros mismos no vendrá por sí solo. Que la poesía nos traiga el aroma de las flores del azahar, del jazmín, del dulce tilo, desde jardines urbanos situados en rincones apartados aunque sea invierno tras los muros. Que la poesía nos traiga sobre todo paz porque es lo que necesitamos para seguir caminando.

El cazador de palomas

A un niño que aprecio, amigo de mi hijo. Érase una vez que se era, un pequeño cazador de palomas. Con la pistola de su abuelo, apuntaba a dar pero un buen día de su cañón ya no salían vertiginosas balas sino rosas de las más hermosas y claveles preciosos, diamantes brillantes y terciopelo granate. Las palomas contentas aplaudían con sus alas y decidieron hacerse amigas del niño, que cada tarde las visitaba en aquel rincón, bulevar del jardín donde habitaban. De tanto lo querían, se volvieron diligentes, y abandonaron su pereza característica, salieron del palomar que las cobijaba, y se pusieron a reformar aquel espacio. Para empezar fundaron una escuela, seguido de la construcción de un huerto, un jardín con columpios y árboles frutales, una biblioteca popular y un callejón con árboles y bancos para sentarse y dedicarse al zureo.

Una niña asomada a la ventana

A Bianca, niña vecina del barrio. Como el que escucha llover tras los cristales en un día cualquiera, y anota de cada gota que cae sobre la acera, su tamaño y su color, así es la niña que asomada a la ventana registra como juego infantil quien camina junto a su casa y saluda contenta al que conoce. Ella retiene la identidad del viandante, el sonido que desprende su paso. Fotógrafa de instantes, captura el momento.